«Maduro tomó tarde medidas para evitar parálisis económica por seguir pasos de Chávez»
Las importaciones de cambio a precio de gallina flaca desplazaron la producción nacional en el país. Por ello, cuando los precios del petróleo empezaron a bajar, el país no pudo ni importar ni tampoco producir porque su capacidad ya estaba reducida
El economista Víctor Álvarez aseguró que las medidas económicas que ha estado tomando la administración de Nicolás Maduro -como la apertura del mercado interno a importaciones de materia prima e insumos o la apertura del sector petrolero, y la dolarización transaccional, etc- debieron haberse aplicado hacia 2013, cuando asumió la presidencia de Venezuela, para evitar la paralización de la economía nacional. Sin embargo, no lo hizo por seguir el legado del expresidente Hugo Chávez, quien recién había fallecido para ese año.
Durante el primer especial del programa Crónicas Crónicas «¿Cómo se gestó el hundimiento de la economía venezolana? , el experto agregó que por seguir con políticas de estatizaciones, expropiaciones y mantener al Estado como el ente regulador y propietario, los productores del campo dejaron de producir y en consecuencia empezaron a verse los brotes de escasez. «El gobierno no reaccionó y viene a reaccionar tardíamente, y las está impulsando – en referencia a las nuevas medidas- para sobrevivir a las sanciones. Son cosas que debió impulsar desde 2014 , pero demoró demasiado porque estaba preso del legado de Chávez.»
Pero el inicio de la debacle económica de la nación se remonta, según lo explicó el también exministro de Industrias Básicas y Minería, a 2003, específicamente al 5 de febrero de ese año, cuando se implantó el control cambiario que, para ese entonces se planteó como un salvavida económico, pero con el tiempo terminó convirtiéndose en un instrumento de control social y político.
«El control de cambio terminó aplicándose como un instrumento de dominación y se terminó prolongando en el tiempo. Los precios del petróleo no estaban tan altos para entonces, pero cuando los precios se recuperaron a partir de 2004, cuando entraron los petrodólares y el gobierno vio que los podía usar como un instrumento de control económico y político a través de la distribución clientelar, eso se dejo de ser instrumento de salvaguarda económica», explicó Álvarez.
En ese sentido dijo que ese proyecto fue el «incentivo perverso» que estimuló toda clase de delitos e intrusiones. Es lo que el consideró el inicio del fin. Y es que, según recordó, la ola de expropiaciones a empresas comenzó hacia 2007. Se comenzó el proceso con la compra de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), y posteriormente se extendió a empresas poco estratégicas, como las de cemento o producción de yogurt y aceite doméstico.
Además de las expropiaciones, los industriales empezaron también a verse asfixiados. Pues al empezar a conceder dólares a menor precio, se vieron obligados a convertirse en ellos en los nuevos importadores. La capacidad productiva de la nación, que ya venía cayendo para ese entonces, recibió un golpe mucho más fuerte: Las importaciones de cambio baratas desplazaron la producción nacional. Es en este momento cuando, a su juicio, se encubó la escasez, que posteriormente tuvo su entrada triunfal cuando bajaron los precios de la renta petrolera y no se pudo ni importar ni producir. «Cuando ya Venezuela no recibió la misma cantidad de dólares, el país también estaba sin capacidad productiva», dijo Álvarez, quien también fue presidente del Banco de Comercio Exterior (Bancoex).
El sector privado quedó fuera
Para el exfuncionario venezolano, el impacto del crecimiento súbito de la renta petrolera sobre el la política de Chávez de no estrechar relaciones con otros sectores productivos del país fue muy alto. Justamente eso fue lo que le dió la independencia del sector privado, cuya prosperidad era crucial para la economía por un tema de impuestos.
«Si bien es cierto los primeros años la instrucción que nosotros teníamos era diseñar planes para impulsar el aparato productivo porque era importante que las empresas pudieran cerrar con ganancias para pagar el impuesto sobre la rente al año siguiente; la prosperidad del sector privado era crucial para su supervivencia; dependía del impuesto que pagaran los contribuyentes; eso cambió en cuanto aumentaron los precios del petróleo y se creó el ingreso fiscal de origen petrolero. Cuando se montaron en 50 y 80 , aumentó la regalía. El fisco se inyectó de dólares y Chávez ya no necesitaba la relación de complementación, y se destapó la arrogancia rentista»
Actualmente Venezuela sigue siendo un país petrolero, pero existen varias formas de erradicar lo que Álvarez llamó la «patología del rentismo». Para saber otros detalles al respecto pulse aquí para ver la entrevista completa que le hizo el periodista Alonso Moleiro en su programa Crónicas Crónicas.