Mariano de Alba: Apoyo internacional a Maduro es cada vez más político y menos económico

Mariano de Alba, especialista en Derecho Internacional, evalúa el futuro político de la cúpula chavista venezolana dentro de un gobierno de transición que pudiese instalarse en el país, si se ejecutase la propuesta presentada por Estados Unidos para conformar un «Consejo de Estado»
Con el pasar de los años, Mariano De Alba, abogado especializado en relaciones internacionales, se ha convertido en una voz autorizada para dar respuesta sobre la participación de otros países dentro de la resolución del conflicto venezolano. En Palabra Hecha Podcast, asegura que el plan «Marco Democrático para Venezuela», una de las iniciativas del gobierno norteamericano con la que se pretende rescatar la democracia venezolana, «no es suficientemente bueno», debido a que no contempla la posibilidad de negociar con el entorno de Maduro y el sector militar que lo apoya, acto fundamental en los hilos del poder en la nación.
De acuerdo con el analista, lo único que Estados Unidos dice estar dispuesto a discutir con Maduro es su salida de Venezuela. Sin embargo, resulta contradictorio pensar en eso cuando se ofrece una recompensa por su captura. Es por esto que Mariano de Alba cree que de haber un cambio de gobierno, habrá que replantearse por completo los destinos del actual gobernante. «Es muy difícil que se sienta seguro. Realmente hay que negociar las garantías del chavismo para que no desaparezca», señala.
Para el abogado, apostar a que sean los militares de alto y medio rango quienes concreten el quiebre del régimen autoritario no es más que apoyar fantasías, pues no solamente el sector militar ha estado sometido a una especie de depuración «en relación a su lealtad o no con el régimen chavista» durante los últimos 20 años, sino que a partir de 2017 han arreciado las medidas de vigilancia cuartel adentro.
En ese sentido, muy por el contrario al cambio radical que muchos esperan que ocurra cuando Maduro salga del poder, Mariano De Alba cree que no existirá tal «cambio político de 180 grados», sino que será algo progresivo, y que en efecto, se seguirá conviviendo con el chavismo por un buen tiempo. Esto debido a que la consecuencia directa de que las soluciones planteadas por la oposición durante el 2019 y lo que va de 2020 no hayan «cuajado» es que se piense «que si va a haber un cambio, es mejor que sea controlado por personas cercanas al chavismo».
Respecto a la geopolitización del problema venezolano, el abogado considera que lo alargará, debido a que cierto países no harán nada concreto para que Venezuela se acerque a la transición porque no les conviene. Por consiguiente, el apoyo que Rusia y China brindan a Miraflores se ha vuelto más de carácter político y diplomático que económico, porque ya se dieron cuenta de que Venezuela no era una buena inversión monetaria, mas sí una pieza que les permite posicionar su idea de «hacer ver que EEUU no es el país tan poderoso como era».
El especialista en Relaciones Internacionales comentó también que de perder Trump las elecciones presidenciales de noviembre de este año, poco se verá afectada la relación diplomática que existe entre Venezuela y la nación norteamericana. No obstante, admite que a la oposición venezolana se le habría hecho más difícil concretar los apoyos logrados con una una administración demócrata en la Casa Blanca.
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