Más de 75% de alumnos en estados fronterizos no asistió a clases durante el año escolar
El ausentismo escolar este año estuvo marcado por la falta de agua, luz, transporte, dinero en efectivo y alimentación, que se sumó a las fallas del Programa Alimentación Escolar (PAE), además de los mega apagones
Formalmente, las clases del año escolar 2018-2019 culminaron, aunque en la práctica para muchos niños y adolescentes este período fue como si no hubiese existido, debido a todos los problemas que tuvieron que enfrentar para acudir a sus aulas.
Según datos de la Federación Venezolana de Maestros (FMV), y que citó la diputada Bolivia Suárez, presidente de la subcomisión de Educación de la Asamblea Nacional, durante una rueda de prensa el miércoles 17 de julio, al menos 75% de los alumnos en los estados fronterizos (Zulia, Bolívar, Apure y Táchira) no asistieron a clases por las condiciones de los planteles educativos.
«De los 5 días a la semana asistieron un solo día de clases», así lo resumió la diputada, quien además recalcó que no existen datos oficiales del Ministerio de Educación sobre el año escolar, un período académico afectado en gran parte por los mega apagones que se vivieron en marzo, y que limitaron las clases a solo 10 días durante todo ese mes.
El ausentismo escolar este año también estuvo marcado por la agudización de las fallas de servicios como agua, luz, transporte, que se conjuga con el poco acceso de la población a disponer de dinero en efectivo.
Los problemas de alimentación fueron una constante tanto en el hogar como en la escuela debido a las fallas del Programa Alimentación Escolar (PAE). Según datos aportados por el régimen de Nicolás Maduro, en respuesta al informe de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) sobre la situación venezolana, el PAE se encarga de la distribución de alimentación variada y balanceada a más de 4.000.000 niños y niñas en el sistema escolar.
Aunque en una verificación de datos hecha por TalCual, esta información ni siquiera se corresponde con lo afirmado por el canciller Jorge Arreaza ante la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) el 25 de junio, cuando afirmó que «5,3 millones de niños reciben diariamente alimentos a través del PAE”.
Este dato también contradice lo presentado por Nicolás Maduro en la Memoria y Cuenta 2018, en la que se aseguró que el PAE llegó a 5.381.057 estudiantes.
Durante el año escolar pasado la situación no era mejor. Los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) muestran que en 2018, 22% de los encuestados aseguraba que dejaba de enviar a los niños a la escuela por falta de comida en el hogar porque no podían garantizar el desayuno antes de enviarlos a clases. El año anterior (2017) solo 12% de los encuestados había respondido este mismo motivo. Ese mismo año, 7% de los encuestados por Encovi aseguraba que sus hijos dejaban de ir a clase porque no tenían comida en el plantel, pero un año después, al cerrar 2018, la cantidad aumentó a 13%.
Ausentismo que se convierte en deserción
En enero de 2017, el ministerio de Educación daba como cifra oficial que la totalidad de estudiantes en la matrícula de educación básica, media y diversificada era de 7.446.515. Al culminar el período escolar 2017-2018 el entonces ministro Elías Jaua dijo que la cifra era de 7.195.335 estudiantes, lo que significa que antes de que terminara el año escolar, según las cifras del mismo ente, salieron del sistema educativo 251.180 estudiantes.
Lo mismo ocurrió en octubre de 2017. Al iniciar actividades la educación media, el anuncio del ministerio señalaba la cifra de 2.200.000 alumnos pero un año antes la cifra para ese subnivel era de 2.301.822, lo que indica de nuevo, 101.822 estudiantes menos.
El informe anual 2018 de Provea analizó la progresividad de los datos oficiales divulgados y encontró que entre la cifra de 2017 comparada con la del lapso 2012-2013, es decir 4 años antes, hay una diferencia de 172.098 estudiantes de bachillerato que no están registrados en la matrícula que difunde el ente oficial. En el caso de la educación primaria, si se compara el dato de 2017 con la última Memoria y Cuenta publicada que corresponde al período escolar 2013-2014, entonces 20.443 niños de educación básica salieron del sistema.
Los indicadores presentados por la diputada Suárez muestran que el ausentismo escolar en todo el país se ubicó en 70% por lo que considera que la situación educativa en Venezuela ha pasado de «emergencia a una catástrofe total». Debido a la continua violación al derecho a la educación de toda la población. «Estamos alarmados por esta situación que nos involucra a todos los venezolanos, porque un país sin educación es un país que no tiene progreso», aseveró la diputada, luego de reunirse con representantes de la Unidad Democrática del Sector Educativo (UDSE), sindicatos del sector educativo y de partidos políticos opositores.
Además, la diputada dijo que se hizo «la promoción de un año para otro sin la debida formación, el régimen está preparando un país de analfabetas», e «irresponsablemente» adelantó las vacaciones de los alumnos, maestros y profesores.
Con respecto a la situación de los profesores, la parlamentaria aseveró que existe un «gran éxodo» en todo el país tanto en la educación pública como la privada. «De 4 a 6 docentes renuncian diariamente para buscar otro oficio que les permita tener calidad de vida, porque los sueldos no les alcanza y se van a otros países en busca de su bienestar y el de su familia», detalló.
Suárez denunció además que el Gobierno, para justificar la ausencia de docentes en las aulas, sustituye a estos profesionales a través del programa Chamba Juvenil. «Estas personas no tienen la preparación pedagógica para impartir clases», sentenció.