Más del 64% de la cosecha nacional de maíz sigue sin comercializarse, según Fedeagro
Retrasos en los pagos y una falta de flujo de caja son algunos retos que enfrentan los agricultores de cara a las cosechas del 2025. Actualmente, el 64,29 % de la producción de maíz aún no se ha comercializado, lo que pone en riesgo la continuidad del ciclo agrícola
A un mes de culminada la cosecha nacional de maíz, el 64,29% de la producción aún no ha sido comercializado, denunció Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro). Esto representa un problema económico y operativo para los productores, quienes tendrán dificultades para reinvertir el próximo ciclo.
Aproximadamente 900 mil toneladas de maíz, de las cuales al menos 600 mil son de maíz blanco, no han sido vendidas, de un total de un millón 400 mil toneladas cosechadas este año.
#Agricultura Fedeagro: el 64,29% de la cosecha nacional de maíz se quedó sin comercializar en 2024 / Los productores agrarios que lograron comercializar el 35,71% de la cosecha aún están a la espera de sus pagos por parte del sector agroindustrial…https://t.co/bfC6aDWd2v pic.twitter.com/rPlPPQYLrL
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Los agricultores tendrán que esperar hasta enero de 2025 para comenzar a vender su producción, lo que implica que los pagos no llegarán sino hasta abril, según explicó el dirigente gremial.
«Esa es la preocupación del gremio, muchas familias de productores de maíz no van a tener ‘niño Jesús’ y hace falta flujo de caja para continuar con la actividad», subrayó Fantinel.
Por otra parte, el 35,71 % de la cosecha que sí logró comercializarse, que equivale a unas 500 mil toneladas, enfrenta un retraso en los pagos por parte de la agroindustria.
Fantinel criticó la informalidad de muchas empresas que no cumplen a tiempo con sus compromisos, a diferencia del sector arrocero, donde la agroindustria financia directamente a los productores y realiza los pagos de manera más oportuna.
Las importaciones de maíz durante la cosecha nacional reducen la capacidad de compra de la agroindustria, que ya enfrenta limitaciones por la falta de financiamiento bancario. Además, destacó que la falta de un sistema financiero sólido perjudica a los productores, quienes necesitan liquidez para continuar trabajando en un sector que es clave para la seguridad alimentaria del país.
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