Ni el ministerio ni el sector privado garantizan la calidad de las vacunas
Las vacunas que está trayendo el gobierno vienen directamente desde la India y de Cuba y , a pesar de que las mimas no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, se confía en que están cumpliendo con el protocolo de sanidad y en que son de calidad, pues están siendo expedidas por el máximo organismo gubernamental de la salud, el Ministerio del Poder Popular para la Salud
La escasez de vacunas que ha venido afectando al país desde el año 2017 ha generado un negocio lucrativo paralelo en el que los más perjudicados han sido los niños y el bolsillo de sus padres.
Muchos papás han decidido pagar cantidades exorbitantes de dinero a fin de cumplir con los tiempos de vacunación que se establecen en el esquema de inmunización de los niños. Sin embargo, al parecer han pasado por alto que los altos precios no necesariamente garantizan la calidad de la vacuna.
Algunos consultorios privados han decidido importarlas y venderlas hasta por encima de 120 dólares cada una, pero el problema en este caso no es únicamente el precio sino el desconocimiento de la procedencia de estas vacunas.
Se han generado rumores con respecto al contenido y al cumplimiento de protocolo de seguridad de las mismas, específicamente el cuidado de la cadena de frío, que es la conservación de las vacunas a una temperatura adecuada.
Ante esto, Huniadez Urbina, el presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría (SVPP) informó que las vacunas que vienen de afuera están siendo enviadas por laboratorios transnacionales que una vez estuvieron en el país, pero se fueron. Pfizer es un ejemplo.
Aunque el médico señaló que las personas que compran las vacunas en Estados Unidos o en Europa lo hacen en casas comerciales tradicionales “que uno conoce”, también dejó claro que desde la SVPP no se hacían responsables de las acciones de los centros privados.
“Nosotros no respondemos por ellos, ni tampoco por el ministerio. Se supone que las personas que le surten a los que ponen vacunas en privado deben cumplir una cadena de frío confiable, pero no tenemos una certeza de que cada quien verificó”, indicó el doctor Urbina.
Asimismo, Urbina indicó que las vacunas que ponen a nivel privado están aprobadas por el Ministerio de la Salud y también por Sanidad, pues asegura que los laboratorios que traían las vacunas tienen autorizaciones que siguen vigentes a pesar de que se hayan ido del país, por lo que es totalmente legal que las sigan trayendo aunque sea a modo paticular.
De dudosa procedencia
Florinda Álvarez acompañó a su hermana a la Clínica Popular de El Valle, al sur de Caracas, para que le pusieran la vacuna de BCG a su sobrina, de un mes de nacida. Este hospital era de los pocos que tenía esa vacuna.
Álvarez aprovechó para preguntar si tenían la neumococo, pues era la que le tocaba a la niña en los meses siguiente. La respuesta fue un contundente «no», como ella se esperaba. Sin embargo, una enfermera osada decidió darle otra alternativa.
«Nos propuso que si queríamos la neumococo, ella nos cobraba 50 mil bolívares y se la ponía en la casa, que estaba a unas cuadras del hospital. Dijo que ahí le ponía muchas vacunas a otra gente, pero cuándo le preguntamos de donde venían no supo responder con claridad», dice la señora Álvarez.
Por no saber el lugar de procedencia, Florinda y su hermana decidieron no aceptar la oferta de la enfermera, quien les había dicho que la dosis se la conseguía un amigo. Prefirieron no ir al «centro clandestino», como lo llama Álvarez, y pagar los 120 dólares en la Clínica Santa Paula, por ser más confiable.
«Esa sí estaba certificada. Tenía un número de lote y un sello de sanidad. Con ese número de lote y de registro es que puedes corroborar. De hecho, te dan el ticket que pegas en la tarjeta de vacunación. Ahí de verdad está certificado y la vacuna era una dosis única, es para un solo niño y ya. No la guardan para otro, no da para más», expresó la mujer, quien se volvió toda una experta en vacunas mientras que pasaba roncha para conseguirlas.
Solución Fisiológica
La vacuna de neumococo ha sido la que ha traído más problemas. Huniadez Urbina señaló que ya van tres años desde que el gobierno no la trae al país, al parecer porque «no tenían los reales». Ni la trecevalente o la diez valente las han traído, que son dos tipos diferentes de la misma vacuna.
Como consecuencia, muchos han querido aprovecharse de la situación. Según una enfermera que prefirió mantenerse en el anonimato por seguridad, en hospitales puntuales de Caracas están inyectando solución fisiológica en lugar de lo que corresponde, la neumococo. Para descartar que fuese solo un rumor, TalCual decidió preguntarle al presidente Urbina de la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura al respecto.
De acuerdo con lo expresado por el doctor, la única forma de saber si el contenido de la vacuna es solución fisiológica es enviando las ampollas de un lote a un laboratorio para su análisis, o viendo directamente que el doctor o la enfermera estén sacando la solución fisiológica e inyectándola al niño.
A pesar de que no se pueda afirmar o descartar esta información por completo, el doctor hizo la salvedad de que muchas de las vacunas que estaban en las neveras de los hospitales no cumplen con la cadena de frío y que por tanto podrían estar perdiendo su efecto. De ser así, sí pasarían a ser solución fisiológica.
«Debido a los apagones esas vacunas han estado expuestas a que no se cumpla la cadena de frío. Lo máximo que puede pasar es que estés vacunando a la gente y no le haga ninguna respuesta inmunológica, pero no tenemos certeza de eso. Hay la duda de que durante los apagones las plantas no funcionan por 6 o 8 horas. Cuando se suspendes la cadena de frío y están por encima de 8 grados centígrados, esos biológicos se inactivan y prácticamente lo que están poniendo es solución fisiológica», dice el experto.
Cobertura insuficiente
En mayo de 2019 el gobierno anunció que gracias al reforzamiento que había hecho al sistema rutinario de vacunación, a través del programa Salud Soberana y la Misión Barrio Adentro se realizaría una jornada de vacunación de las Américas para inmunizar a los niños venezolanos.
#NotiSalud?️El ministro @AlvaradoC_MPPS anunció a través del programa #SaludSoberana, que a partir del 13 de mayo hasta el 29 de junio arrancará la Jornada Mundial de las Américas en todo el territorio nacional, en el cual inmunizaremos a nuestros niños y niñas de 0 a 6 años. pic.twitter.com/hIlyU5AcqB
— MPPS (@MPPSalud) 8 de mayo de 2019
Desde el 13 de mayo hasta el 30 de junio en los centros hospitalarios y ambulatorios del país estaban colocando las dosis de inminización contra hepatitis B, BCG, pentavalente y difteria, entre otras. Cuando culminó la jornada, Nicolás Maduro informó al país sobre la reducción en 89% de los casos de difteria.
Pero el 3 de julio de 2019, la Organización Panaméricana de la Salud presentó un informe en el que se señalaba que en las primeras 25 semanas del presente año se había reportado 324 casos de difteria, de los cuales 15 terminaron en muerte. De acuerdo con el organismo, se observó que la tasa de letalidad más alta pertenece al grupo de infantes entre 5 y 9 años.
De los 475 casos de difteria registrados en el continente americano en lo que va de 2019, Venezuela acumula más de 80%, mientras que Haití y Colombia le siguen con un 18% y 0,63%, respectivamente, según señala la asociación civil Alianza Venezolana por la Salud.
El doctor Huniadez Urbina indicó que estaba demostrado por el Ministerio de Salud que la reaparición de enfermedades que habían sido anteriormente erradicadas se debe «básicamente a las bajas coberturas vacunales. Está llegando la BCG, que es contra la tuberculosis generalizada, tiene una buena cobertura, pero la de la hepatitis B tenemos información por las mamás que paren en los hospitales públicos que no a todos los niños se les está poniendo, cuando la norma es que el niño sale del centro ya con la vacuna», indicó el galeno.
De Cuba para Venezuela
Parte del personal que se ocupó de poner las inyecciones durante la jornada de vacunación pertenecía a chamba juvenil. A Caraballeda, parroquia del estado Vargas, fue un grupo de personas a ofrecer las vacunas a la zona.
Yamilet García, enfermera jubilada de Vargas, fue a preguntar para ver qué vacuna podía ponerle al nieto porque sabía que era mejor esperar las jornadas de vacunación, pues al fin y al cabo eran las que suministraba el ministerio y deberían ser más confiables que el resto. Sin embargo, cuando vio que ni siquiera sabían qué vacunas tenían, decidió desistir del intento.
«Venía un grupito y dijeron que podía ponerle la vacuna a los niños de la casa, que era gratis porque era una jornada. Pero cómo le iba a inyectar a mi nieto algo que ni siquiera ellos sabían qué era, porque les pregunté y una sola me supo medio responder qué vacuna era la que tenían. Y figúrate que era nada más la toxoide, que es la que le ponen a los niños cuando tienen los 10 años», dice la enfermera retirada.
Tal vez Yamilet hizo bien en no ponerle nada a su nieto, pues según el doctor Urbina, ahora el gobierno de Nicolás Maduro está trayendo vacunas desde Cuba y también de la India. «Las que pone el ministerio, como la ambivalente viral, vienen de la India trianguladas con Cuba. Hasta donde sabemos esas vacunas no poseen autorización de la Organización Mundial de la Salud. Pero es lo que está poniendo el gobierno, asumimos que son vacunas buenas», indicó Huniadez Urbina.