Ni guerra, ni golpe; por Teodoro Petkoff
Hay que salirle al paso a dos posturas antagónicas igualmente perniciosas. Una, la del oficialismo, de poner las cosas en términos tales que la derrota de la remienda sería una tragedia nacional, antesala de la violencia y que sólo aprobándola podríamos evitarnos tales calamidades.
Eso lo ponen en una frase: «Chávez garantiza la paz». La otra posición, sostenida por ciertas individualidades, aunque no por organización política alguna, sería la de que si gana el NO, el Presidente debería abandonar el poder. No alude esta postura a cómo se produciría ese «abandono», dejando a la imaginación las especulaciones sobre las modalidades de éste.
Pues bien, ambas tesis son igualmente falaces. Por un lado, es una trampa para cazar bobos esa de sugerir que los ganadores del referéndum van a salir a armar bronca. Partida ganada no se tranca, como dicen en dominó. Más bien cabría esperar una conducta de desconocimiento del veredicto popular por parte de algunos de los perdedores, partidarios del SÍ. Esa es la experiencia más reciente del país. Todo el mundo está viendo a grupos del oficialismo, sin duda alguna teledirigidos desde arriba, asaltando sedes de gobiernos regionales y locales ganados por la oposición, desvalijándolas e impidiendo su normal funcionamiento. Cuando se amenaza con la «guerra» si gana el NO, ¿se pretende sugerir que los ganadores se van a alzar? ¿Hubo bronca acaso el 2D, cuando ganó el NO? Es obvio que el oficialismo está tratando de asustar a sus adversarios, para que no salgan a votar. Ya de esa cabuya tenemos rollos. Tampoco esta vez lo van a lograr.
Pero, si por manos de cambures ganara el SÍ, tampoco es que se acaba el país, y nadie en su sano juicio va a salir a desconocer el resultado.
La otra «tesis» es igualmente falaz. Aquí no está en juego el mandato del Presidente. Si gana el NO, como es presumible, el Presidente continuará en Miraflores, con cuatro años por delante, hasta las elecciones de diciembre de 2012, cuando será elegido otro Presidente (que bien podría ser de su mismo partido o de la oposición), pero en ningún caso el mismo Chávez, porque ya éste no podrá postularse nuevamente.
No existe ninguna disposición constitucional que obligue al Presidente a renunciar si pierde un referéndum de cualquier naturaleza. Tampoco puede esgrimirse una razón política. ¿Qué se pretende con este tipo de «insinuación»? Que el gobierno continuará siendo igualmente ineficiente y corrupto es lo más probable y por lo mismo habrá que continuar enfrentándolo democráticamente, para derrotar a su partido en 2012.
Pero este gobierno ineficiente y corrupto fue reelegido por una mayoría de venezolanos para un mandato de seis años, que concluyen en 2012.
Una victoria del NO, no revoca el mandato. Por cierto, aquí el único que ha mentado la posibilidad de un revocatorio es el propio Chacumbele. No es muy difícil adivinarle la intención.