Nóbrega y Ortega, otra vez los dos ligaditos

La llegada de Rodrigo Cabezas al Ministerio de Finanzas ha producido un milagro: la resurrección de Tobías Nóbrega y del gordo Guillermo Ortega, quienes nuevamente han sentado sus reales (en estricto sentido) en Carmelitas. El gordo nuevamente tiene despacho, con un nombre pomposo: Unidad de Análisis de Políticas Públicas, y la respectiva cola de solicitantes de audiencias. Nóbrega entra y sale de la oficina del ministro con la comodidad con que lo hacía cuando la ocupaba él. Execrados del poder durante meses, sin que el propio Chávez, al tiempo que hacía con su mano el gesto de aprehender o coger algo en el aire, ocultara la razón por la cual había sacado a Nóbrega del cargo, han vuelto por la puerta grande y pisando la alfombra roja que les tendió Cabezas. Cuando oye a Yo El Supremo tronar contra la corrupción no puede este minicronista sino reírse a carcajadas. ¿Guerra contra la corrupción con Nóbrega y el gordo Ortega otra vez en Finanzas? Que se cuide Cabezas, no vaya a ser que un día se quede sin cargo y sin billetera.