Omar Vizquel, por Simón Boccanegra
Este minicronista, fanático de la pelota, no puede dejar de sumar sus propios lugares comunes a los que otros han lanzado copiosamente sobre Omar Vizquel (Advierto que lo de «lugares comunes» no lo digo despectivamente. Son «comunes» porque son de todos; es una de las formas que asume la sabiduría convencional). Pero, vamos a lo nuestro. Vizquel, ya se sabe, sobrepasó la marca de Luis Aparicio, de más partidos jugados por un «siore», esto es, por un short stop. También es el venezolano que, con sus veinte, más temporadas acumula. Mientras llegan los demás records que está implantando, incluido ese average casi milagroso de fildeo que le es propio, hay que regocijarse por los dos mencionados, que ya son suyos. Cuando a los cuarenta años se continúa siendo una estrella de la posición que Omar cubre, hay algo más que condiciones físicas. Hay, primero que nada, un sentido casi ascético de la disciplina, para cuidarse, para entrenar, para no cometer excesos. También para mejorar su bateo, que fue el resultado de un esfuerzo de la voluntad. Hace muchos años que Omar dejó de jugar en nuestra liga. Alguna gente lo critica por esto. Este minicronista no. Los records que hoy le celebramos tienen que ver, entre otras cosas, con el celo en no correr riesgos que pudieran poner en peligro su carrera, allí donde ésta le produce no solamente los mayores ingresos sino las mayores satisfacciones. En este sentido, de responsabilidad para consigo mismo y para con los suyos, Omar Vizquel es un verdadero modelo de venezolano. Sobre lo demás, sobre la elegancia y la perfección de su fildeo, me sumo a lo que otros han dicho. No tengo nada que agregar.