Realizan operaciones militares para «liberar» Amazonía venezolana de minería ilegal
Un pantano en medio de un descampado arenoso interrumpe el tapete verde que es la selva de Amazonas. Venezuela, muy tupida y llena de vida: es una mina ilegal que hace poco fue neutralizada durante operaciones militares
El Ejército realiza una operación de extracción de efectivos en el Parque Nacional Yapacana, en el estado Amazonas, donde ha intensificado esfuerzos en los últimos cuatro meses para combatir esta actividad irregular que azota esta remota área, fronteriza con Brasil y Colombia.
La AFP acompaña la misión, junto a otros periodistas, por invitación de la Fuerza Armada Nacional (FAN).
«¡Viva la patria, viva la revolución! ¡Misión cumplida!», gritan los soldados tras subir al helicóptero MI-17 de fabricación rusa, que aterriza en una improvisada base en esta zona «liberada». El terreno es irregular, parece arena movediza. Para el helipuerto se colocan tablas para estabilizar.
Los soldados abordan la nave con maniobras. Forman parte de un grupo de operaciones especiales de selva y completan más o menos un mes patrullando. Son jóvenes, ataviados con artillería ligera: morteros 60 mm, lanzagranadas 40 mm, lanzacohetes RPG7, además de fusiles de asalto. Llevan trajes de selva, con pasamontañas.
La única mujer del grupo es una francotiradora con un fusil Dragunov.
En la base, también camuflada con mallas, exhiben material incautado como bombas de agua para extracción y combustible, así como otras herramientas.
Ahora vuelven a Puerto Ayacucho, capital de Amazonas. Otro grupo los releva.
Operación sin resistencia
La región es remota, a una hora y media en helicóptero. En el parque está prohibida cualquier tipo de actividad minera a no ser la artesanal practicada por los pueblos indígenas, que predominan en la zona.
Dos artilleros, uno a cada lado en la compuerta abierta del MI-17, están al mando de un fusil fijado en la nave, custodiando.
El helicóptero sobrevuela la selva, que desde la altura luce como un tapete de billar, con árboles gigantes que no permiten ver el suelo. De repente, emerge el tepuy Autana, grandiosa formación rocosa de cumbre chata y considerada tierra sagrada por los indígenas; más adelante atraviesa el gigantesco río Orinoco… y sigue el verde hasta llegar al descampado.
Es gris, con ese pantano generado por la extracción de agua y el uso de mercurio en esta actividad ilegal que degrada el suelo. En los extremos, unas casuchas de techo negro. Desde el aire no se ve movimiento, el campamento fue abandonado.
Alfredo Parra, comandante de la región de Defensa Guayana, que abarca Amazonas, explica que estos grupos, que pueden ser venezolanos, colombianos o «garimpeiros» brasileños, huyen cuando ven a la autoridad llegar.
«Se van, no hay ningún tipo de resistencia», dice el mayor general a la AFP. «Tenemos en esta zona unos 600 hombres. No ha hecho falta hacer un solo disparo» y «dejan el material, no se lo pueden llevar, es muy pesado».
«Completamente liberado»
Esta acción militar forma parte de la operación Escudo Bolivariano, ordenada hace un año por el mandatario Nicolás Maduro y enfocada en principio en el estado Apure, donde se registran enfrentamientos con grupos irregulares desde 2021.
«Apure está completamente limpio, completamente liberado de ‘tancol'», celebra el general de división Héctor Reyes, coordinador de las operaciones. Tancol es un término acuñado por Maduro para «terroristas armados narcotraficantes de Colombia».
En lo que va de año, a través de Escudo Bolivariano, se realizaron más de 23.000 detenciones y decomisaron 47 toneladas de drogas, 32 de las cuales son de cocaína. También se confiscaron 410 armas largas y 900 cortas, así como explosivos, municiones, lanchas, autos…
El balance oficial no incluye bajas militares o irregulares muertos.
En total fueron desplegados 25.600 efectivos.
«Revitalizar la selva»
En noviembre, Maduro respondió al llamado de su par colombiano para «revitalizar la selva», durante la cumbre ambiental de la COP27, iniciativa a la que esperan se sume Luiz Inácio Lula da Silva cuando asuma el poder en Brasil en enero.
El presidente venezolano ha sido criticado por la creación en 2016 del Arco Minero del Orinoco, una extensa región en Bolívar, rica en oro y otros minerales como hierro o coltán, que organizaciones ecologistas denuncian ha sido blanco de un «ecocidio» por la minería ilegal.
En Amazonas, que no entra en el Arco y la minería está prohibida, la ONG SOS Orinoco denunció que 2.227 hectáreas en el Yapacana (unos 3.200 campos de fútbol) habían sido arrasadas por la minería ilegal en 2020, según un informe que acompañó con fotos satelitales de los arañazos a la selva.
Parra tiene la orden de combatir esta actividad irregular y así se lo hace saber a la tropa: «¡Esta misión continúa, no ha terminado, es permanente!».