¿Otra Guerra Fría?, por Simón Boccanegra

¿Volveremos a la Guerra Fría, pero esta vez entre dos grandes potencias capitalistas, Estados Unidos y Rusia, enfrentadas en términos parecidos a los que conocimos cuando Rusia formaba parte de la Unión Soviética? Los primeros tiros ya sonaron en Georgia. La responsabilidad de Occidente y en particular de los Estados Unidos de Bush, si tal cosa pasara, es muy grande. Cuando Alemania, entonces Federal, reconoció prontamente a la Croacia recién separada de Yugoeslavia, abrió la caja de Pandora de la re-balcanización de los Balcanes, cuyo último episodio fue la independización de Kosovo. La pasividad de Europa frente a las horribles guerras que asolaron a Yugoeslavia agravó todo y luego entró en juego Mr. Bush. Colocar el famoso escudo anti-misiles en Polonia y la República Checa, en la mismísima frontera de Rusia, constituye un acto de provocación equivalente al de colocar cohetes en la Cuba de 1962, que casi llevó al holocausto nuclear. Así como Estados Unidos no podía aceptar cohetes soviéticos en Cuba, a cinco minutos de sus grandes ciudades, Rusia no puede aceptar cohetes americanos a cinco minutos de las suyas. Como tampoco puede aceptar una Georgia beligerantemente pro americana en su frontera. Por tanto, comenzó a mover sus peones en Georgia. Las dos pequeñas nacionalidades, Abjasia y Osetia, que forman parte de Georgia pero no son étnicamente georgianas, han venido siendo estimuladas para adelantar un proyecto separatista pro-ruso que, a su vez, Georgia no acepta (como ningún país acepta su desmembramiento) y mueve sus tropas para impedirlo, ocupando la capital de Osetia del Sur. La respuesta rusa fue brutal. No sólo devastó la capital de Osetia del Sur sino que bombardeó Gori, una pequeña ciudad georgiana, vaya a saberse por qué. A menos que sea una suerte de venganza transhistórica. En Gori nació Stalin. En definitiva, toda esta reláfica la he hecho para evidenciar la lógica que mueve a las grandes potencias. Chacumbele debería saberlo, para no meterse donde no lo están llamando. En peleas de tigres no se meten los pollinos, dicen en Sabaneta.