Perspectivas Venamcham: Inflación anual de dos dígitos, más gasto público y crecimiento
La Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham) celebró el crecimiento del comercio bilateral, pues en 2023 Venezuela exportó a Estados Unidos bienes por el valor de $3.593 millones, mientras que importó el equivalente a un monto de $2.499 millones
Las primeras semanas de 2024 no han ofrecido respiro en ningún ámbito y la incertidumbre sobre los venideros 10 meses crece, especialmente en materia económica, donde reposan dudas sobre el desempeño de la economía venezolana con el incierto panorama de flexibilización de sanciones de Estados Unidos.
En este contexto, economistas tratan de aclarar las aguas con perspectiva de cara a los próximos meses, anticipando un leve crecimiento económico que contrastará con el estancamiento de 2023, una mejora en la demanda de bienes y servicios por parte de la población, y una disminución de la inflación; todo matizado por los problemas de fondo que padece la economía, que no solo parecen no tener solución inmediata, sino que impulsan un modelo de crecimiento diminuto, frágil y peligroso.
Estas fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron un grupo de economistas y empresarios que participaron en el evento de Perspectivas Económicas de 2024, organizado por la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham) para intentar evaluar las condiciones de lo que podría ser un año positivo, pero complejo, especialmente tomando en cuenta que la relación bilateral entre Venezuela y Estados Unidos mantiene su senda de mejora.
Los resultados de Venamcham al cierre del último trimestre de 2023 muestran que, durante ese año, Venezuela realizó exportaciones por el valor de $3.593 millones a Estados Unidos, lo que representa un crecimiento de 769,97% frente a 2022. Por su parte, importó bienes estadounidenses por un monto estimado de $2.499 millones, lo que representa un aumento de 10,28% en comparación con el año anterior.
Sobre la base del éxito en la relación comercial de estos dos países, se muestra cierto optimismo para la economía venezolana en 2024. La economista Tamara Herrera, directora de la consultora Síntesis Financiera, ofreció los números más concretos al detallar que, según sus proyecciones, el Producto Interno Bruto (PIB) de Venezuela podría crecer 7,4% en 2024 si se mantiene la flexibilización de las sanciones de Estados Unidos, y aproximadamente 3,8% si Washington decide no renovar las licencias petroleras en abril.
«Con el panorama actual, si se mantienen las licencias, el crecimiento puede ser de 7%. Nosotros somos un poco más conservadores, hay gente muy entusiasta. No es que no se pueda dar (un crecimiento más grande), pero se necesita que todo funcione a la perfección», explicó en el foro de Venamcham.
Este crecimiento parece que irá de la mano de un aumento del gasto público, como ya se esperaba por tratarse de un año electoral. La particularidad en el análisis de Síntesis Financiera es que las primeras semanas del año parecen indicar que este mayor desembolso por parte del Estado podría ser menos abultado del que se esperaba.
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Los datos reflejan que después de un incremento abrupto del gasto público en la segunda semana de 2024 a raíz del ajuste en la remuneración aprobado por el Ejecutivo, no siguió aumentando en las siguientes semanas.
En estas ocho semanas que han transcurrido de 2024, Síntesis Financiera calcula una ejecución de gasto público de $1.757 millones.
La manera en la que evolucione la ejecución del gasto público va a depender de la decisión de Washington en torno a las sanciones. En caso de que se mantengan las licencias, el Gobierno utilizará dinero proveniente de la renta petrolera; mientras que, si las retira, probablemente se recurrirá al financiamiento monetario vía Banco Central de Venezuela (BCV), lo que conduciría a una potencial emisión de dinero inflacionario.
«Creemos que el gasto público estará por el orden de 20% del PIB en cualquier escenario. Si las licencias no se renuevan, lo que creemos es que el Gobierno acudirá al financiamiento monetario, es decir, creación de dinero inflacionario», sostuvo.
Lo que parece no depender de las sanciones es la reducción de la inflación a causa de la política de contención monetaria que aplica la administración de Nicolás Maduro en los últimos cinco años. Herrera estima que febrero cerrará, por primera vez desde 2016, con una inflación anual de dos dígitos. De hecho, enero cerró con 1,7% de inflación mensual, la más baja en 13 años, mientras que la variación anual fue de 109%.
Una cifra baja de inflación en febrero podría conducir a una variación anual de 78% y en marzo de 72%.
Sanciones: una gran diferencia para Venamcham
En lo que respecta a ingresos petroleros, los dos panoramas que prepara Síntesis Financiera en función de la continuidad o retiro de las licencias destacan por sus notables diferencias, que se traducen en una pérdida considerable de ingresos para el Estado en caso de que se reinstauren las sanciones.
A pesar de que Herrera deja claro que Venezuela «crece muy lentamente en materia petrolera», la verdadera ventana de oportunidad está en la venta de petróleo a precio completo, sin los descuentos que debía aplicar en mercados asiáticos para evitar las sanciones.
En este sentido, Síntesis Financiera calcula que Venezuela podría exportar unos $18.800 millones en 2024 y otros $21.400 millones en 2025 si se mantienen las licencias. En caso contrario, las ventas podrían ser de $16.000 millones en 2024 y de $16.500 en 2025.
Esta diferencia significa que el país perdería $7.700 millones en exportaciones petroleras si se pierden las licencias otorgadas en octubre del año pasado.
Una «pulga» en el mercado internacional
La intervención que generó mayor revuelo durante el evento de Venamcham correspondió al economista Ricardo Hausmann, quien hizo un análisis del panorama internacional y su efecto en la economía venezolana, desestimando los posibles problemas que causarían las crisis económicas y geopolíticas mundiales porque la industria petrolera venezolana es una «pulga» en el mercado global.
«Nosotros somos una pulga en el mercado petrolero mundial. Producimos a duras penas 700.000 barriles por día (b/d), mientras que el mercado mundial es de 108 millones b/d», destacó.
El director del Centro para el Desarrollo Internacional, de Canadá, considera que los puntos claves en el panorama internacional serán el desarrollo económico de Estados Unidos y sus elecciones presidenciales, especialmente ante la posible victoria de Donald Trump.
La inflación norteamericana, que parecía ser un gran problema global, empieza a desacelerarse, mientras que la productividad ha tenido un impulso importante. Sin embargo, las tasas de interés crecen, despertando preocupación en los agentes económicos de Estados Unidos.
Por su parte, los otros grandes focos son una Europa poco productiva y una China que ha apostado con inversiones a futuro, bajas en emisiones de carbono, y su puja con el resto de potencias que intentan dejar de depender del mercado chino.
En cuanto al marco geopolítico, la guerra entre Ucrania y Rusia sigue marcando la pauta. Hausmann desestima el impacto global que pueda tener el conflicto en Gaza, pero fija sus ojos sobre la situación de Taiwán y sus intenciones de independizarse de China.
Todos estos elementos, pese a que puedan tener relevancia mundial, afectan poco y nada a Venezuela, al tratarse de una economía aislada y pequeña, con poca capacidad para aprovechar coyunturas energéticas vendiendo petróleo.
«Venezuela es poco afectada por el panorama internacional. Está muy aislada y no tiene acceso a la banca internacional. Lo que pasa en el mercado petrolero no importa mucho porque Venezuela, en materia petrolera, es irrelevante».