Piratería férrea

Una de las genialidades arquitectónicas del Gran Delirio extremo y «socialista» extremo y «socialista» del rentismo petrolero, fue levantar una estructura metálica en la zona cercana a El Silencio, entre el parque El Calvario y la parte posterior del palacio de Miraflores
Una de las genialidades arquitectónicas que surgió en la época del Gran Delirio, vulgo aprovechamiento extremo y «socialista» del rentismo petrolero, fue levantar una estructura metálica en la zona cercana a El Silencio, entre el parque El Calvario y la parte posterior del palacio de Miraflores. Toda una locura desde el punto de vista del ornato público.
El caudillo estaba dispuesto a meter allí familias, comercios o lo que fuera, aunque Carlos Raúl Villanueva se removiera en su tumba. Sin embargo, eso nunca pasó de un alto esqueleto de vigas que poco a poco cubrió la herrumbre.
Salió otro genio a sugerir que fuera convertido en mercado de buhoneros, adyacente a la esquina de La Bolsa. Dicen que más de 20 millones de los de antes costó el traslado de la estructura férrea, bajo cuyo abandono se ubican hoy buhoneros vendedores de ropa y «quemaítos. Alguien se llenó y nada más pasó. Pero dicen que Bernal sabe.
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