Polar exige anular intervención arbitraria que frena el abastecimiento y genera zozobra
Alimentos Polar exige al gobierno anular la intervención anunciada, el viernes 24 de abril. La empresa califica la medida como arbitraria y como una acción que atenta contra el abastecimiento de alimentos en el país. El presidente de la compañía, Lorenzo Mendoza, indica que la acción generará más zozobra a los venezolanos. Aseguran que durante la fiscalización, del viernes 24 de abril, el superintendente Menry Fernández se negó a cumplir los protocolos de seguridad
Alimentos Polar exige al Gobierno anular la intervención anunciada, el viernes 24 de abril. La empresa califica la medida como arbitraria y como una acción que atenta contra el abastecimiento de alimentos en el país. El presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza, rechaza la medida que afecta a la compañía y bloquea los códigos Sica.
La empresa subraya que la medida incide «gravemente » sobre todos los esfuerzos que está haciendo la compañía para garantizar el abastecimiento de alimentos en este momento tan crítico que vive el país.
“No hay ninguna razón ni justificación para esta medida arbitraria. A pesar de toda la situación económica que enfrentamos, sumada a los problemas en el suministro de combustible y energía eléctrica, entre otros, seguimos produciendo y distribuyendo alimentos de calidad a precios ajustados a la realidad económica y cumpliendo con el país, conforme a las leyes venezolanas”, puntualizó Lorenzo Mendoza, en un comunicado emitido este sábado 25 de abril.
Mendoza expresa que la medida, anunciada por la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez, no solo atenta contra el abastecimiento de toda la red comercial privada y pública que atiende la empresa, «sino que lejos de ayudar a la tranquilidad del país, genera angustia y zozobra».
De acuerdo con Mendoza, Alimentos Polar realiza esfuerzos junto a las autoridades militares del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional (Ceofan), las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI) y las Zonas Operativas de Defensa Integral (ZODI), la cuales, asegura, han apoyado en el suministro de combustible para que la empresa opere en medio de las limitaciones actuales.
Añade que los militares han colaborado para custodiar las instalaciones y distribuir los alimentos, en una situación muy compleja que vive el país. «No podemos permitir que todos estos esfuerzos conjuntos se vean entorpecidos por acciones arbitrarias e irregulares que atentan contra el abastecimiento de nuestros productos”, subraya Mendoza.
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Polar sorprendida durante fiscalización
Según la información de Alimentos Polar, la intervención del Gobierno fue anunciada, el 24 de abril, mientras la planta productora de harina precocida de maíz, ubicada en Turmero, estado Aragua, recibía una nueva fiscalización por parte de funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), la Superintendencia de Gestión Agroalimentaria (Sunagro) y el Servicio Autonómo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos Técnicos (Sencamer).
«Cuando apenas estaba comenzando dicha inspección, fue anunciada de manera sorpresiva y por televisión la supuesta medida de venta supervisada de todos los productos de Alimentos Polar, sin que mediara procedimiento administrativo alguno, ni existiera justificación para esta medida. No hay ninguna razón ni justificación para esta medida arbitraria. A pesar de toda la situación económica que enfrentamos, sumada a los problemas en el suministro de combustible y energía eléctrica, entre otros, seguimos produciendo y distribuyendo alimentos de calidad a precios ajustados a la realidad económica y cumpliendo con el país, conforme a las leyes venezolanas”, asegura Lorenzo Mendoza.
De acuerdo con la versión de la empresa, al inicio de la fiscalización liderada por el Superintendente de Sunagro y director de Despacho de Sundde, general de división Menry Fernández, a quien acompañaron 26 funcionarios de la Sundde, Sunagro y Sencamer, la empresa le exigió el cumplimiento de los protocolos internos y la respuesta fue la amenaza de bloquear los códigos Sica: “Esto de hecho ocurrió. La medida de bloqueo nos impide distribuir y cumplir con nuestros clientes y consumidores. Sin los códigos Sica no podemos mover ni un solo kilo de producto”, indican.
Refieren que, durante la fiscalización, el superintendente, general Menry Fernández, «mantuvo una actitud hostil, irrespetuosa, de poco entendimiento y colaboración, amenazando al personal de la instalación y evadiendo en todo momento el cumplimiento de los protocolos de seguridad internos, incluyendo el establecido por las autoridades ante el covid-19, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores».
Distribución torpedeada
Asimismo, Alimentos Polar enfatiza que es la única empresa que puede llegar a tantos venezolanos y ofrecer la posibilidad de tener los productos más cerca de sus casas. Refiere, en el comunicado, que esto lo realiza a través de más de 35.000 puntos de venta atendidos de forma directa y más de 55.000 mediante la Red de Franquicias de Distribución Polar.
“Durante los últimos años, se han desmontado muchos sistemas de distribución y ventas masivas en el país por su alto costo, mientras que nosotros hemos mantenido una distribución que en la actualidad nos permite llegar a más de 90.000 puntos de venta semanalmente en todo el territorio nacional, a pesar del impacto financiero asociado. También hemos venido haciendo un gran esfuerzo para incrementar en más de 50% nuestros volúmenes de producción, lo que quiere decir que los consumidores venezolanos están aumentando el consumo de nuestros productos. Somos los únicos que estamos presentes en los anaqueles y hogares de toda Venezuela, con nuestras marcas preferidas por los consumidores. ¿Qué otra empresa o actor que participe en la producción de los mismos rubros tiene esa presencia? En este momento, la producción nacional debe ser la prioridad de las políticas económicas”, argumenta Mendoza.
Añade que los trabajadores de producción, distribución y ventas también viven momentos complejos. Pero, a pesar de eso, «cada día ponen en riesgo su vida y su salud para producir y cumplir con los venezolanos».