Política del fracaso, por Teodoro Pertkoff
¿Cuál fue el resultado de la táctica golpista
del año 2002? Reforzar a Chávez y
entregarle en bandeja de plata la FAN y
Pdvsa. Las armas y la plata. El primer
golpe, el de abril de 2002, producido por un
grupo que manipuló y confiscó las formidables
movilizaciones callejeras de entonces,
naufragó en la propia chapucería de sus promotores y su
consecuencia más inmediata fue permitir a Chávez adelantar
una limpieza masiva en la FAN, la cual, en otras
condiciones, habría exigido muchísimo más tiempo, si es
que hubiera sido posible.
La segunda tentativa no cuajó. Fue en octubre de ese
mismo año, cuando parte del mismo grupo de militares de
abril hizo un pronunciamiento público el 10 de ese mes,
del cual se esperaba fuera seguido por una acción castrense.
Ésta no tuvo lugar, y los oficiales se atrincheraron
en la plaza de Altamira durante un año, donde Chávez los
dejó hacer, porque le daban un inapreciable certificado de
demócrata. No había cumbre donde no preguntara a sus
homólogos si ellos tolerarían en sus respectivos países a
un grupo de militares, establecidos en una plaza céntrica,
exigiendo todos los días su salida. La respuesta era,
obviamente, negativa. “Ellos son los demócratas y yo soy
un tirano”, concluía irónicamente Chávez.
La tercera tentativa, se la suponía asociada al paro
petrolero. La “teoría” era que ningún gobierno venezolano
resistía un paro petrolero de tres días. Se daba por
seguro que se produciría una intervención de la FAN en
breve plazo. Nunca se produjo y al final del día –de los
dos meses, más bien–, Chávez le puso la mano a Pdvsa, cuya estructura gerencial y administrativa desmanteló
con implacable saña.
Fracaso tras fracaso, quedó demostrada la equivocación
que constituyó una estrategia basada en la
búsqueda de salidas fast track. Fue algo equivalente
a la estrategia golpista que mantuvo AD contra Pérez
Jiménez, desde 1949 hasta 1956, año desde el cual
ya no pudo continuar con tal política porque el resultado
de ella había sido la práctica destrucción del
partido por la Seguridad Nacional. Pérez Jiménez cayó cuando la oposición, incluyendo lo que quedaba
de AD, optó por una estrategia no golpista y de
masas, basada en la unidad de toda ella, materializada
en la famosa Junta Patriótica y expresada en
manifestaciones populares que fueron tomando fuerza
hasta la caída del tirano. La descomposición del
régimen dictatorial fue acelerada y las FAN intervinieron,
en última instancia, literalmente para recoger los
vidrios rotos.
Si la historia sirve de algo es para aprender de ella.