Proteger derechos de las mujeres es esencial en momentos de retroceso, afirma la ONU

ONU Mujeres lidera una estrategia mundial para lograr la igualdad jurídica de las mujeres y las niñas para 2030. Desde el organismo, aseguran que están en una carrera contra el tiempo para derogar las leyes discriminatorias
Las leyes discriminatorias y la ausencia de protecciones legales afectan a más de 2.500 millones de mujeres y niñas en todo el mundo de diversas maneras. La reforma legal es fundamental para garantizar la igualdad de género, y el mundo no puede permitirse dar marcha atrás en décadas de avances en materia de derechos de la mujer.
En coincidencia con el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible de 2025, celebrado el 17 de julio, ONU Mujeres y Equality Now (Igualdad Ya), junto con otras organizaciones internacionales vinculadas a la equidad de género realizaron un encuentro paralelo bajo el título «Acelerar la reforma legislativa para cumplir la promesa de Beijing, los ODS y el Pacto por el Futuro».
El objetivo de la reunión era poner de relieve el éxito en la erradicación de la discriminación mediante la aprobación de una legislación sólida e inclusiva y reconocer la labor que queda por hacer en la lucha contra la discriminación legal de las mujeres y las niñas.
«En estos tiempos de retroceso en materia de igualdad de género, es más urgente que nunca que los Estados y la comunidad internacional protejan y promuevan el derecho a la igualdad por motivos de sexo como un derecho humano fundamental», afirmó Mona Sinha, directora ejecutiva de Equality Now, organización internacional promotora de los derechos de las mujeres.
Por su parte, Sima Bahous, directora ejecutiva de ONU Mujeres, manifestó sentirse orgullosa de «liderar una estrategia mundial para lograr la igualdad jurídica de las mujeres y las niñas para 2030 junto con nuestros socios… Estamos en una carrera contra el tiempo para derogar las leyes discriminatorias y sustituirlas por protecciones basadas en la dignidad y la igualdad».
El encuentro coincidió con el lanzamiento de una publicación conjunta de Equality Now y Campaña Global por la Igualdad de Derechos de Nacionalidad (Gcenr, en inglés), titulada «Selección de artículos sobre los derechos de nacionalidad para garantizar la igualdad de género».
La publicación está destinada a ser utilizada por los responsables políticos como guía para la elaboración de políticas inclusivas que consagren la protección de los derechos de nacionalidad de las mujeres, sus hijos y sus parejas. Esto se destacó como una forma persistente de discriminación que restringe ciertos derechos en virtud de su identidad.
Catherine Harrington, directora de campaña de Gcenr, señaló la «absoluta injusticia» de que los hombres tengan el «derecho inherente» de transmitir la nacionalidad a sus hijos o cónyuges, mientras que a las mujeres no se les concede lo mismo.
Hay 24 países en los que las mujeres no pueden transmitir legalmente su ciudadanía a sus hijos, y al menos 40 países en los que las mujeres no pueden conferir los derechos de ciudadanía a un cónyuge no ciudadano.
Estas restricciones impiden a las personas afectadas ejercer otros derechos fundamentales, como el acceso a la educación, la asistencia sanitaria e incluso el derecho a entrar en el país en el que nacieron o consideran su hogar.
La participación de las mujeres en los espacios públicos, incluida la política, es también una medida de la igualdad de género y un paso hacia el desarrollo sostenible.
Un informe de ONU Mujeres que se analizó durante el encuentro, resaltó que, si bien se había producido un aumento en la proporción de mujeres en el parlamento, ya que los países habían tomado medidas para impulsar la participación de las mujeres en las legislaturas nacionales y locales, como las cuotas de género, tres de cada cuatro parlamentarios seguían siendo hombres.
Es necesario crear entornos que sean inclusivos en materia de género y seguros para garantizar la participación de las mujeres. Mientras las instituciones que deben representar al pueblo estén configuradas por leyes que solo benefician a unos pocos, no habrá lugar para la igualdad.
«La democracia no puede ser creíble ni eficaz si no refleja la diversidad de las personas», afirmó Paddy Torsney, quien ejerce como observadora permanente de la Unión Interparlamentaria (UIP) ante las Naciones Unidas.
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