¿Qué es un ciudadano en positivo?, por Griselda Reyes

Es aquel que conoce bien sus derechos y deberes, que comprende que un derecho automáticamente genera un deber y que cumple respetuosamente la ley sin que necesite la vigilancia para hacerla cumplir, un ciudadano en positivo es el que siempre tiene una actitud proactiva, que vive enamorado de su trabajo, ama a su familia y da todo sin esperar nada a cambio por su país, que sólo espera el respeto de otros ciudadano y está dispuesto a ayudar al que realmente lo necesita, porque comprende que a esta vida se vino a cumplir con una misión, un ciudadano en positivo construye legado de educación, protección y desarrollo, con pensamiento libre, bajo los lineamientos del respeto a la leyes de la república que son lo más sagrado para cada miembro de una sociedad.
Estamos recorriendo el país, construyendo una doctrina ciudadana, con sólidos valores, comprometidos a construir un país diferente de verdad, donde la producción sea el eje principal de los objetivos, donde el valor al trabajo nuestro compromiso, todo esto es posible con educación, pero no con una educación que copia y pega, que repite, sino con una educación que juzgue, compare y cuestione, una educación que nos exija más para querer más, donde transformamos los destinos de un país, con un mercado libre que permita su crecimiento, donde se creen fuentes de empleo con una remuneración aceptada y un poder adquisitivo sostenido en el tiempo, donde la inflación no supere el 7% como un máximo escandaloso y la nación todo deje de un lado los resentimiento e invierta ese valioso tiempo en crecer, tanto la familia como esa base fundamental de valores y principio, como la sociedad toda empujando al país a un rumbo definitivo.
Un ciudadano positivo, crece con el país, contribuye a la armonía y el cuidado del medio ambiente, con acciones ecológicas, de cultura del reciclaje y protección de los recursos naturales no renovables, ese ciudadano en positivo hace todo lo posible por ser puntal, respetar el tiempo de los demás y acorta distancia entre el pensar la obra y la ejecución, no necesita colección de memorándum para cumplir con su deber porque tiene la madurez, experiencia y compromiso por su nación a la cual está dispuesto a proteger todo por el bienestar de las nuevas generaciones.
Me preguntan si ese ciudadano es posible, si no es una utopía pretender creer que el venezolano transforme los últimos 40 años de deterioro constante y respondo que ya hay ciudadanos así en las calles de Venezuela, ya existen estos venezolanos educados, formados al calor de las necesidades de la nación, lo que pasa es que el deterioro es tal, que los malos contralan los modos de producción que hasta los medios masivos de comunicación se ven vulnerados por una clases política que sólo quieren enriquecerse solos y han firmado una carta de intención de vulnera nuestro empeño de ser felices, me han preguntado si ese ciudadano positivo es posible y yo te invito a mirarte al espejo y verás en tus ojos que si es posible, que acá no todo está perdido y que el amor por esta Venezuela no tiembla por el grito desenfrenado del tirano que pretender llenarse de fuerza aplastando la voluntad de una nación que está firme como el roble y que está dispuesta a dar la batalla, que prefieren morir como los árboles de pie y no rodilla en tierra donde la dignidad humana no tenga valor