Recordando a Dostoievski, por Teodoro Petkoff
Autor: Simón Boccanegra
El ministro de Salud y Desarrollo Social, Roger Capella, pensará que gente como él es la que le gusta a Chávez. Ha reivindicado su derecho a despedir a todo empleado de su ministerio que haya firmado para el RR. Además, para que no quede duda alguna de su exquisito sentido democrático, no se detuvo ni siquiera ante la desmesura imbécil de acusar a los firmantes de «terroristas» y «golpistas». ¿Cómo explicar conductas tan viles en personas a quienes uno conoció como idealistas, generosos e inteligentes? Me vino a la memoria un texto de Dostoievski (La casa de los muertos), escrito después de su experiencia carcelaria. «Quien ha realizado la experiencia del poder, de la capacidad irrestricta de humillar a otro ser humano (…) automáticamente pierde el poder sobre sus propias sensaciones. La tiranía es una costumbre, tiene su propia vida orgánica y se convierte fácilmente en una enfermedad. La costumbre puede destruir y embrutecer al mejor hombre, reduciéndolo al nivel de una bestia. La sangre y el poder embriagan (…), el hombre y el ciudadano perecen definitivamente en el tirano». Quizás no sea una explicación suficiente, pero ojalá que evocadas dentro de un tiempo, estas palabras no hayan sido una premonición.