Reportan derrame petrolero por ruptura de oleoducto en el estado Monagas
El derrame ocurrido en el estado Carabobo, el pasado mes de agosto, es considerado uno de los desastres ambientales más graves en la historia venezolana debido al vertido de al menos 22.000 barriles de crudo que se extendió por 12,5 kilómetros en el mar
La tarde de este miércoles 30 de diciembre, el diputado de la Asamblea Nacional José Antonio Mendoza denunció un nuevo derrame petrolero por la ruptura de oleoducto cercano al río Amana a la altura de El Tejero, municipio Ezequiel Zamora del estado Monagas.
«Gracias a la negligencia y destrucción de Pdvsa se produce un nuevo derrame (…) y comienza a ser evidente la contaminación de este importante caudal de nuestro estado», alertó el parlamentario a través de su cuenta en la red social de Twitter.
El también coordinador regional de Primero Justicia llamó al sector productivo y agropecuario de la entidad a tomar las medidas preventivas necesarias «para evitar daños mayores de los que ya se le está ocasionado a nuestra fauna por la incapacidad de este régimen que ha acabado con todo a su paso».
En 2020, la estatal petrolera venezolana (Pdvsa) ha sido protagonista de varios de los peores derrames que se han registrado en la historia del país. La situación no es nueva y mucho menos accidental, pues la falta de mantenimiento e inversión en las refinerías y los procesos operativos de la empresa no solo han traído problemas de contaminación al ambiente, sino caída de su producción de crudo, de gasolina y de gas natural.
En tan solo nueve meses del 2020, ocurrieron importantes derrames petroleros que han llegado a afectar parques nacionales, arrecifes de coral, campos de cultivo y hasta a las casas de la gente; pero también dentro de su infraestructura continúan creciendo las montañas de desechos tóxicos y siguen expulsando a la atmósfera altos volúmenes de gases de sus mechurrios.
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Solo en agosto, y en menos de una semana, varios estados del país fueron afectados por grandes fugas de crudo: dos en Anzoátegui (oriente del país), uno en Carabobo (centro) y otro en Falcón (occidente).
El de Carabobo es considerado uno de los desastres ambientales más graves en la historia venezolana debido al vertido de al menos 22.000 barriles de crudo que se extendió por 12,5 kilómetros en el mar, desde la refinería El Palito.
En los últimos 20 años han ocurrido cientos de incidentes operacionales y accidentes laborales, con la ocurrencia de dos a tres sucesos semanales desde 2006; además de la peor tragedia petrolera en la historia del país: la explosión en 2012 de la refinería Amuay, en Falcón, que dejó al menos 55 muertos, 156 heridos y decenas de desaparecidos.