Restaurantes seguros para personas LGBTI abren en Caracas más allá del «pinkwashing»
En la capital hay sitios donde las violencias por orientación sexual o expresión de género no pasan de la puerta, en un país donde entre enero y abril de este año el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTI registró 60 casos de discriminación, la mayoría en Caracas
«¿Puedo ir con mi novia a comer el Día de San Valentín?». Esta pregunta pasaría desapercibida en el buzón de mensajes directos que reciben los restaurantes por parte de los clientes, pero en el caso de Cantina, un local de pastas y otros misceláneos, la pregunta no pasó inadvertida: venía de una mujer de la población LGBTI, quien ante el temor de ser discriminada junto a su novia, optó antes por preguntar.
En el Día Internacional del Orgullo, 28 de junio, o cerca de otras fechas importantes para la comunidad LGBTI marcas, políticos, instituciones y locales comerciales lanzan mensajes en apoyo, campañas o revisten sus logos con los colores del arcoiris. Pero cuando tales acciones se quedan en mensajes vacíos, sin un propósito real o sostenido el resto del año, se le conoce como «pinkwashing» o «rainbow-washing» (lavado rosa o lavado arcoíris, por su definición en inglés).
Pero, contrario al pinkwashing, en algunos restaurantes de Caracas las políticas de no discriminación son tomadas en serio, tanto así, que algunos han buscado formación para su personal y también contratan a personas LGBTI.
Desde las instituciones públicas no hay datos sobre población diversa en Venezuela. Las peticiones que han hecho ante el Parlamento, como permitir el cambio de nombre para personas trans o no binarias, así como el matrimonio igualitario, entre otras demandas, siguen archivadas. A diferencia de países como Argentina, que cuentan con leyes que garantizan cupos laborales para personas trans, la nación se ha quedado atrás y los pocos municipios en Caracas que cuentan con ordenanzas contra la discriminación a menudo no las garantizan o promueven.
«En San Valentín recibimos el mensaje de una mujer que preguntaba con anticipación si habría o no problema de que ella pudiese ir a celebrar esta fecha con su pareja, que también era mujer; eso a nosotros nos pareció desgarrador. Nos parece sumamente triste que las personas tengan ese paso extra, donde más allá de ver dónde o qué quieren comer tengan que preocuparse por encontrar un ambiente seguro en el cual no se les vaya a discriminar o criticar, en un dia en el que simplemente quieren celebrar la vida», comenta la gerencia de Comunicaciones de Cantina en conversación con TalCual.
Este restaurante, ubicado en el centro comercial Parque Cerro Verde y ahora con otra sede en el centro de Caracas, afirma que desde su creación mantiene la inclusión como un pilar fundamental de la marca. Sus responsables apuntan que se enfocan en ofrecer «una atención que sea memorable para todo el que entra». «Hay algo que es real y es que la atención, esa calidad humana en el servicio, la cultura de servicio en nuestro país está un poco golpeada y ese es el reto diario, el de reivindicar estas experiencias gastronómicas para la sociedad venezolana».
Te voy a recomendar @cantina_cantina porque ellos no discriminan, te atienden con amor, la comida es muy rica y los baños son unisex, además de la vista súper bonita de caracas que tienes en la terracita 💜
Adjunto pruebas: https://t.co/NJFqEwcaBg pic.twitter.com/rheIkYl7UC
— Fati 🌈 (@fatimojic) February 3, 2023
Personas del colectivo indagan sobre lugares seguros porque saben que la posibilidad de recibir rechazo o una agresión es real. Por ejemplo, entre enero y abril de este año el Observatorio Venezolano de Violencias LGBTI registró 60 casos de discriminación, la mayoría en Caracas. Entre las agresiones más frecuentes, registradas por la organización, estuvo la negación, dificultad en el acceso o permanencia en un espacio público por razones de orientación sexual o expresión de género.
La pastelería Azú, ubicada en Las Mercedes, es uno de los negocios que adoptó una política de inclusión no solo para sus comensales, sino también para sus trabajadores. María Evans, CEO de esta compañía, explica a TalCual que esto comenzó de forma espontánea y con el tiempo han establecido alianzas con organizaciones LGBTI que les facilitan talleres para formarse y evitar que se den situaciones de discriminación en el local.
«Tengo un chico en pastelería que se maquilla para venir y es un trabajador fantástico, incluso me lo dijo, que este es el primer trabajo que no le afecta emocionalmente por cómo es él y a mí eso me llena de satisfacción», dice Evans.
En la presentación de la encuesta nacional Percepción sobre la Comunidad LGBTI en Venezuela, elaborada por Equilibrium Cende, se dijo que al menos cada semana hay un caso de discriminación en Caracas hacia una persona de esta población.
Evans recuerda que estas medidas inclusivas comenzaron a ser adoptadas por su local a principios de 2021. Ese año organizaron varias actividades que lo convirtieron en el segundo Espacio Plural de Caracas, luego de Bosque Bistró, gracias a la iniciativa de la organización País Plural de quienes han recibido orientación para los encuentros.
«Al personal se le ha dado adiestramiento por parte de País Plural sobre cómo tratar a personas trans o cómo actuar ante una situación de discriminación que se presente en el local, hemos estado creciendo en conjunto porque Venezuela a pesar de ser un país donde cabemos todos por decirlo así, si lo comparamos con otros países, Chile, Argentina, pues ellos están mucho más abiertos al tema de la inclusión que nosotros», dice Evans.
Exclusión en los lugares de trabajo
Geo Velásquez, un joven no binario de Maracaibo, no tuvo la misma suerte que el trabajador de Azú. En su trabajo una nueva administración no estaba contenta con su forma de hablar, de vestir o de ser. A mediados de 2021 trabajaba en una empresa como diseñador gráfico y de un día para otro lo despidieron. Los jefes lo citaron un sábado, Geo intuía que lo iban a botar, pues ninguno de sus compañeros estaba convocado.
«En la reunión pregunté por qué me estaban despidiendo y me dijeron ‘tú debes saber muy bien lo que hiciste’, pero yo no sabía. Hasta que me respondieron ‘es que no podemos tener personas como tú, tú eres muy talentoso, pero ya no puedes trabajar aquí’. Yo no sabía que había sido víctima de discriminación, porque todo fue de un día para otro, pero a los días mis amigos escucharon que no les gustaba que yo estuviera con sombrero, mi ropa. A partir de allí empecé a hacer activismo», cuenta Geo en entrevista con TalCual. Hoy es parte de la organización Okay No que promueve los derechos de la comunidad LGBTI.
Las opciones culturales y de otra índole a menudo son desiertas para las personas LGBTI, reduciéndose solo a locales nocturnos. Sin embargo, de a poco se levantan cada vez más lugares seguros como el Centro LGBTI de Mérida, el primero en Venezuela de su tipo, que tiene Maricafé, una pequeña cocina que atiende sin distinciones y en la que el propio personal están contratadas mujeres mayores o personas trans. El Centro LGBTI presta servicios psicosociales y de recreación para la población desde hace dos años.
Moda consciente que desbarata estereotipos
Victory Torres, cofundadora de Esbaratao, una plataforma de moda consciente que surgió en 2020, ha sido víctima de discriminación. Para ella Venezuela es un país conservador que juzga duramente la forma de vestir. En centros comerciales como el Ipsfa -administrado por militares- varias veces se le ha impedido la entrada por llevar shorts o faldas. «No me han dejado entrar porque había niños y según los vigilantes no era adecuado. Es irónico cómo deciden a quién dejan entrar a ciertos espacios, es una cuestión de moral, de cuáles cuerpos pueden entrar y cuáles no».
Esbaratao, que comenzó como una iniciativa personal a través del impulso de una marca de ropa upcycling -materiales reutilizados- de Victory, es hoy una comunidad donde las personas puedan encontrarle otro sentido al sistema actual de la moda, y una manera de expresarse y de mostrar su identidad sin temores.
Por algo el eslogan de la marca es “Esbaratando estereotipos y prácticas contaminantes”, pues el equipo está conformado por personas queer y no binarias, pero además a través de la divulgación y de talleres sobre soluciones ambientales buscan promover una moda sustentable y consciente con el medioambiente.
Las personas de la comunidad LGBTI también echan mano de lo que saben para organizarse y salirle al paso a la exclusión y la falta de políticas que les garanticen derechos tan básicos como el trabajo. Este año, por ejemplo, se llevó a cabo la Primera Feria Emprendedores Queer, organizada por País Plural, donde participaron 10 emprendedores.
Aisak Ovalles, coordinador de Autogestión de País Plural, explica que la feria nació en respuesta a la necesidad de saber que hay miembros de la comunidad que no cuentan con la posibilidad de tener un ingreso económico o un trabajo que respete su integridad física y emocional.
«Una persona de la comunidad no tiene la misma independencia económica que puede tener una persona cisgénero, una persona hetorosexual o una persona con apoyo familiar, por eso esta feria surge con la idea de atender a esa población vulnerable, esa población que está en riesgo, como las personas trans a quienes no se les reconoce su identidad y por ende no tienen acceso a un trabajo digno, lo que hace que muchas veces se vean forzadas a tomar trabajos que ponen en riesgo su vida, su integridad, su salud. La feria nació para darles la opción de que puedan emprender de poquito en poquito hasta que puedan lograr esa independencia económica».
Mientras desde el Estado se echa la mirada a un lado a protestas, vigilias y hasta a activistas encadenados frente a sus propias instituciones, las personas LGBTI se mantienen en las calles por el reconocimiento de sus derechos. Este año organizaciones como Okay No han dicho que más allá del lema “amor es amor”, urge promover políticas de inclusión porque sus vidas están en riesgo, en especial las de las personas trans que sufren más violencias.
*Lea también: Las personas trans son las más discriminadas y excluidas en materia laboral en el país