• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

Sabana Grande era una fiesta, por Fernando Rodríguez



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Fernando Rodríguez | octubre 8, 2018

Correo: [email protected]


Este tema me lo sugirieron dos cosas: una caminata por el actual bulevar y un escrito privado de un amigo que al recordar la Sabana Grande del sesenta, donde vivía literalmente casi toda la bohemia artística y cultural de la ciudad, termina con la expresión: ¡eran tiempos felices!

Mi caminata por esas calles que yo, y tantos, amamos sobremanera me produjo esta vez una particular depresión: negocios muertos o agónicos; tascas y bares, los que sobreviven, deteriorados y vacíos; unos absurdos letreros que identifican los comercios uniformados, y ya no aquella alegre incoherencia anterior, que suelen sugerir la peor tristeza socialista; unas esculturas, malas y no tanto, que no aportan nada.

Me salto la basura almacenada, los mendigos, el silencio reinante a media mañana…no hay que explicar mucho, es lo que ha pasado con todo el país en manos de verdugos sistemáticos. Fue algo así como visitar a un amigo en terapia intensiva, en el preludio de su viaje.

Y sí fue durante muchos años, entre otras cosas, el territorio de la inteligencia y el arte venezolano. Y me limito a una mera alusión los sesenta y primeros setenta de mi juventud. Es un tema para un librote no escrito, ciertamente importante, para un cronista ilustrado y sagaz, no para una nota volandera. Sí, a pesar de que fue un período violento, el de la izquierda enguerrillada, que justamente se perdió básicamente por no haber podido transgredir los estrechos límites de intelectuales y universitarios, jóvenes citadinos. Lo cual planteaba la otra cara de esa felicidad que mi amigo evoca.

Ella nos planteaba culpas, solidaridades, dolores, dramatismo. Una cierta tristeza porque era casi de entrada una derrota, como dice indirectamente el famoso poema de Rafael Cadenas. Y Ángel Rama vio en lo mucho y muy importante que se hacía entonces, una especie de réplica solidaria de los guerrilleros y sus soledades y caminos sin salidas, en especial en el más emblemático de los grupos del momento, El techo de la ballena.

Pero se trata de la otra cara de la moneda. Esa bohemia pobre, de cervezas y si acaso ron, dio lugar una verdadera comunidad creativa. E ir a Sabana Grande era para muchos el más natural de sus andares. Y allí estaban sin demasiados preavisos los más destacados y los ascendentes y los más limitados honrando a Baco y las deidades de la noche (y de mediodía en adelante).

Fue una generación que bebió mucho, tanto que se bebió su cuota y las de los anteriores y posteriores artistas, mucho más sobrios y cívicos. Básicamente era una época de poetas y pintores. Lo cual es curioso porque se supone que otras formas como la narrativa o el ensayo eran más aptas para el dilemático y conflictivo momento que se vivía. Al final vino universal y arrolladoramente la música y entre nosotros también los ensayistas que trataron de explicar la derrota que presagió el poeta y las divisiones innúmeras de la izquierda.

Pero ese sentido de comunidad, de aventura intelectual compartida, de solidaridad, de marginalidad, de rebeldía, nos dio fuerza y dicha. Era la naturaleza última de esa felicidad aludida, de esa extrema condición del artista como ciudadano de otra República, con otra moral y otros estilos de vida, de romanticismo y agrego surrealismo. Cultura alternativa dicen los culturólogos, marginal a las instituciones del Estado y, por supuesto, a la empresa privada, al menos en su primera y más ferviente etapa.

Alguien debería, ¿es tarde?, escribir incluso la historia de esos bares que se hacían míticos e inolvidables. Siempre he dicho que quien descubrió esa Sabana Grande fue Ludovico Silva, quien llegaba de Europa y comenzó a escribir de tabernas y callejuelas de la comarca , como los que había conocido en Madrid y en París, poblados de seres extraordinarios y atmósferas misteriosas, en su columna de Clarín. Pero no fue sino un inicio sin continuación de esa crónica de la fiesta interminable que aludimos.

Una tarea por hacer, que ya no contará con demasiados testigos. Sería una aventura interesante, porque me da la sensación que en esta ciudad devastada ya no hay lugares donde los cultores de la belleza y el saber puedan compartir sus proyectos y soledades. ¿O sí hay y soy yo el que ya no se ubica en una ciudad que ya no se parece a la de sus mocedades? Mucho menos en las de sus verdugos actuales.

Post Views: 4.807
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

CaracasFernando RodríguezSabana Grande


  • Noticias relacionadas

    • Segundo acto, por Fernando Rodríguez
      octubre 13, 2025
    • Incertidumbre, por Fernando Rodríguez
      septiembre 29, 2025
    • Los Mentas: El músico que toca su instrumento no le importa que haya industria musical
      septiembre 26, 2025
    • Paz, por Fernando Rodríguez
      septiembre 22, 2025
    • FAN realiza caravana con tanquetas por distintas vías de Caracas
      septiembre 20, 2025

  • Noticias recientes

    • El controvertido Premio Nobel de la Paz, por Fernando Mires
    • La desintoxicación política de Brasil, por Carlos A. Gadea
    • Venezuela y la crisis del multilateralismo, por Rafael Uzcátegui
    • Buscar el encuentro siempre; jamás el encontronazo, por Víctor Corcoba Herrero
    • Activistas Yendri Velásquez y Luis Peche fueron heridos en ataque sicarial en Bogotá

También te puede interesar

Genocidio, por Fernando Rodríguez
septiembre 15, 2025
No entiendo, por Fernando Rodríguez
septiembre 8, 2025
El castillo de Carlos, por Fernando Rodríguez
agosto 25, 2025
En medio de fuertes lluvias, zonas de Caracas y varios estados se quedan sin luz
agosto 22, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Activistas Yendri Velásquez y Luis Peche fueron heridos...
      octubre 13, 2025
    • Petro solo dice que "ampliará protección a activistas"...
      octubre 13, 2025
    • ONG exigen investigación transparente del atentado...
      octubre 13, 2025

  • A Fondo

    • Fin del TPS: venezolanos quedan en riesgo, pero pueden...
      octubre 13, 2025
    • Crisis de financiamiento de la ONU: ¿cuáles son los países...
      octubre 12, 2025
    • Un Nobel para la Paz que se celebró en silencio
      octubre 11, 2025

  • Opinión

    • El controvertido Premio Nobel de la Paz, por Fernando...
      octubre 14, 2025
    • La desintoxicación política de Brasil, por Carlos...
      octubre 14, 2025
    • Venezuela y la crisis del multilateralismo, por Rafael...
      octubre 14, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones municipales 2025
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda