Sí, Osetia del Sur existe, hasta tiene presidente y Maduro lo invitó
Solo cinco Jefes de Estado asistieron a la toma de posesión de Maduro, entre ellos el gobernante de Osetia del Sur, una pequeña República de 80 mil habitantes, que hasta ahora ha sido reconocida como nación por seis países del mundo, pero no así por la Organización de Naciones Unidas
Osetia del Sur, la pequeña «República» que fue invitada a la toma de posesión de Nicolás Maduro este 10 de enero, además de lograr su primer trending topic histórico en twitter la noche del miércoles 9 de enero, ayudó al gobierno venezolano a engrosar la lista para llegar a cinco Jefes de Estado presentes en el evento.
La modesta fiesta de asunción al poder ofrecida por Maduro tendrá en los puestos presidenciales a los habitué: Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Miguel Díaz-Canel de Cuba, Salvador Sánchez Cerén de El Salvador, y quien se estrena por estos lados del mundo, Anatoli Bibílov, el presidente de Osetia del Sur.
Será la primera visita del presidente Anatoli Bibílov a América del Sur», dijo Dina Gassíeva, portavoz de ese gobierno a la agencia Sputnik.
Bibílov llegó entusiasmado un día antes al evento y se tomó sonriente la foto oficial para ensayar en Venezuela cómo será su vida cuando otros países los reconozcan como nación, más allá de los seis países que hasta ahora lo han hecho: Nicaragua, Venezuela, Nauru, Vanuatu, Tuvalu y Siria que lo hizo apenas hace siete meses.
Quizá pueda volver a vestirse de gala si le ponen su respectiva silla en la Organización de Naciones Unidas (ONU), que aún no lo reconoce como nación, aunque su declaración oficial como República cumplió 10 años, época en la que el fallecido presidente Hugo Chávez se enteró de la existencia de este conflicto y desde el 10 de septiembre de 2009, Venezuela lo sumó a lo que en ese entonces era una larga lista de “ahora somos amigos”.
Pero el capital de amigos que dejó el legado de Chávez no le rindió tanto a Maduro. El inicio de su segundo período se hará con una disminuida presencia de primeros mandatarios y en el caso de la Unión Europea, ni siquiera la representación diplomática.
Ojalá sea corto el discurso preparado por Maduro cuando se juramente ante el Tribunal Supremo de Justicia –y no ante la Asamblea Nacional como dicta la Constitución- porque el traductor del mandatario de Osetia de Sur la tendrá difícil, ya que los tres idiomas oficiales de este país: osetio, ruso y georgiano dependen de la concentración local de la población que vive en los cuatro distritos que lo conforman y aunque son menos gente que la que cruza en un día los municipios de la Gran Caracas, en muchos casos no hablan el mismo idioma.
La oportunidad también le puede servir al presidente Bibílov para conocer a Daniel Ortega, el representante del otro país que lo reconoce porque ni Nauru, ni Vanuatu, ni Tuvalu – sí, también están en el mapa- enviaron a sus respectivos Jefes de Estado. Con quien podrá conversar es con el gobernante del Estado de Abjasia, uno de sus vecinos, que también viajó a Venezuela para ocupar una de las sillas en la sala plena del TSJ, y que el gobierno venezolano anunció como parte de su «amplio» apoyo internacional.
Los otros dos Estados que manifestaron la intención de reconocer a Osetia del Sur son Transnistria y la República de Kagorno Karabaj, todas escisiones de lo que fue la URSS. Pero sus gobernantes tampoco conocieron en esta oportunidad ni el sabroso Caribe, ni el frescor de Caracas. Estos dos territorios también tienen un lugar real en el mapamundi aunque el nombre suene a localidades ficticias de películas famosas, como Genovia, Zamunda, Wakanda, Narnia y Mordor, que sirvieron de vehículo para hacer un chiste sobre la existencia de estos países.
El bullicio caraqueño puede resultar emocionante para los tres representantes de la delegación de Osetia del Sur, ya que en este tranquilo territorio ubicado en el Cáucaso de 3.900 km2 habitan 80.000 habitantes, algo así como cuando se llena uno de los andenes de la transferencia del metro en Plaza Venezuela a las 6 de la tarde.
Y sí, existe Osetia del Norte pero su gobernante tampoco vino a la toma de posesión.