Sidor paralizada al cumplir 56 años de la primera colada de acero
Sidor se encuentra paralizada gracias a la política de la revolución, el mismo camino siguieron Alcasa, Venalu, Bauxilum y Ferrominera. Ahora El Aissami promete recuperarlas, lo mismo que ofreció en noviembre pasado
Damian Prat C/Especial Guayana @damianprat
“Varios de nuestros pioneros fueron testigos de la primera colada de acero que hubo en Sidor en 1962. Nosotros no queremos ser testigos de la última colada”.
Así se manifiestan, sin ocultar su indignación, cinco luchadores sidoristas cada uno con mas de tres décadas de trabajo en la siderúrgica justo cuando hoy lunes 9 de julio, se cumplen 56 años del momento memorable en que arrancó un eslabón fundamental de un plan de soberanía nacional e independencia económica con la cadena industrial ferrosiderúrgica.
Yunis Hernández, José Luís Alcocer, Carlos Ramirez, Valdemar Álvarez y Bulmaro Ramos son integrantes del equipo de lucha sindical Unidad Matancera que hace vida de lucha por los derechos laborales y que además nunca han dejado de reclamar por la progresiva ruina y quiebra de Sidor en éstos años de robo-lución.
Y es que aquella mañana del 9 de julio de 1962, con la presencia de grandes pioneros de la Guayana industrial que comenzaba, como el general Alfonzo Ravard, Argenis Gamboa, César Mendoza, Leopoldo Sucre Figarella, Jóvito Rondon y muchos más, el presidente de la República, Rómulo Betancourt apretó el botón que dio inicio a esa primera colada de acero en una Sidor que seguiría creciendo con los años hasta convertirse a finales de los 70 en la entonces mas grande siderúrgica integrada de Latinoamérica y una de las tres más grandes del mundo
No solo productora de acero, sino de innumerables productos semiterminados y finales como las cabillas, los tubos petroleros, la hojalata, todo tipo de laminados, alambrón, perfiles Y luego también con sus productos “aguas arriba” con los gases necesarios para esa producción acerer, pellas, briquetas, HRD, cal y más.
En su mejor época estatal alcanzó a producir 3.1 millones de toneladas de acero líquido aunque las deudas de los años de enormes inversiones llevaron a que en 1997 se licitara su privatización.
El Estado cuidó en el contrato que 30% (luego 40%) quedara en acciones en manos del Estado y de sus trabajadores y extrabajadores para cuidar el interés nacional dado el carácter estratégico de esa industria.
Luego, bajo administración de Ternium, ya en el gobierno de Chávez, aunque sin que éste se ocupara de nada, durante 9 años, alcanzó a producir 4.3 millones de toneladas de acero líquido. Unas 360 mil por mes en sus dos grandes acerías. Y sumaba más de 350 mil toneladas/año de cabillas. Parecidas cifras en hojalata y alambrón, además de entre 60 y 70 mil toneladas año de “tubos sin costura” para la industria petrolera. Y mucho más en laminados diversos.
Podía ser mejor, pero fue un gran avance de progreso.
Sus productos eran la base de una enorme y valiosa cadena industrial en toda Venezuela de la que se nutrían, comprando esos productos para transformarlos, no menos de un centenar de empresas que generaban una valiosísima producción de todo tipo y cientos de miles de empleos buenos y productivos.
El desastre estatizador rojo rojíto
Hasta que… ¡llegó la robo-lución! y “mandó a parar” a partir de marzo de 2008.
Con la estatización roja rojíta, la que despreciaba el mantenimiento, la inversión y la productividad, así como a la gerencia técnica, que con disfraz de populismo “regalón” trataba de eliminar los derechos laborales y sindicales, Sidor comenzó a deteriorarse.
Ya al segundo año la producción cayó a 3.1 millones de toneladas de acero líquido.
En 2012 ya estaba en 1.8 millones. Cien denuncias y protestas -entre otras de muchos trabajadores y las nuestras- no le interesaban a los jerarcas rojos de Miraflores y a quienes habían asaltado la CVG.
El deterioro se fue convirtiendo en ruina.
Para 2015 quedó en un terrible millón 40 mil y 2016 el desastre, igual que en 2017 fue de apenas algo menos de 350 mil y 315 mil toneladas.
En cada uno de esos años, se produjo lo que antes se lograba en tres semanas.
Desde el “vamos” de la estatización, desde Miraflores se ordenó paralizar totalmente a “fábrica de tubos” para privilegiar un convenio de importación de tubos para Pdvsa con China pagando deudas del “Fondo Chino” de esa ignominiosa manera. Y así sigue.
El ultra desastre de 2018
El primer semestre de 2018 acaba de concluir. La acería de planchones estuvo cerrada totalmente por 5 meses y en el mes seis, es decir, junio, hizo apenas 5 coladas o mil 370 toneladas, que era lo que en esa acería se hacía en medio turno de trabajo, es decir, unas 4 horas de labor de un día.
Por supuesto, sin acero en planchones no hay laminados ni hojalata.
La acería de Palanquillas hizo 37 mil toneladas, a duras penas, en seis meses cuando lo normal en ese período era hacer un millón 200 mil toneladas en promedio.
Sin acero en palanquillas, no hay cabillas, ni tubos ni alambrón.
En otras palabras Sidor no llegó al 2% de su capacidad demostrada sumando ambas acerías.
Un verdadero desastre anti nacional, destructor de la soberanía económica En el lenguaje del oficialismo, sería “traición a la patria”.
Cien o mas empresas que trabajan con el acero sidorista han tenido que cerrar, reducir dramáticamente sus operaciones, no poder suministrar a otras empresas productos indispensables o recurrir a importar acero. Que crimen
Sidetur-Casima: en cero y anulando plantas en Guarenas y Antímano
En nuestro reportaje de la semana pasada , titulado “El desastre de las empresas de Guayana es inimaginable”, relatamos brevemente el terrible caso de Sidetur Planta Casima cuya producción durante un año entero ha sido CERO.
Esta empresa siderúrgica, que siempre fue del grupo privado Sidetur-Sivensa producía acero en Palanquillas, que luego eran trasladados por ellos a sus plantas de Guarenas y Antímano para producir cabillas y perfiles de acero.
Como bien lo recordó en denuncia dura y clara hace ya diez días en nuestro programa radial Público y Confidencial (Pentagrama 107.3FM), el líder sindical de allí, Alejandro Álvarez y ahora lo denunció en Correo del Caroní la paralización es total y han dejado de producirse unas 460 mil toneladas de acero en palanquillas con lo cual han causado severos daños a casi cero en la producción de cabillas y perfiles en las otras plantas mencionadas.
Sivensa-Sidetur fue levantada desde los años cincuenta mediante inversión privada y en los ochenta montaron Planta Casima en Guayana.
Fue estatizada en 2009 como parte del modelo ultra estatista, dizque “socialista” que en aquel año hizo paroxismo en Chávez y sus ministros. Jamás le pagaron –a diferencia de Sidor- a sus propietarios por la confiscación.
Le cambiaron el nombre a Complejo Siderúrgico Nacional y de inmediato comenzó el abandono y al deterioro.
Ya en 2012, en lugar de las 450 mil toneladas de palanquillas que debió producir, cayó a 257 mil toneladas. En 2015 fue apenas 56 mil En 2017 se derrumbó aún más, hasta menos de 40 mil. Hoy es CERO.
¿Cuál puede ser la “explicación” para semejante abandono y grave daño a la patria?.
Equipos e instalaciones abandonados, escaso mantenimiento, cero adquisición de equipos y repuestos. Casi nula compra de materia prima e insumos que, para colmo, en varios casos (ferroaleaciones, pellas) casi no producen otras empresas del sector.
Siete ministros y 8 presidentes de la empresa en esos 8 años y medio. Casi ninguno con algún conocimiento del tema industrial.
La sistemática destrucción de la cadena industrial del aluminio
En nuestro reportaje de la semana pasada mostramos los datos terribles de la base que origina la cadena de producción del aluminio.
Bauxilum Mina, con caída sistemática de varios años, desde su época “normal” cuando extraía, procesaba y transportaba 5.5 a 5.9 millones de toneladas/año de bauxita en Los Pijiguaos, llegó a tan solo 242 mil toneladas en 2017. Un desastre total.
Sin embargo, aunque parezca imposible, la robo-lución logró el “récord” de hacerlo aún peor en este primer semestre de 2018.
En seis meses se produjeron 51.383 toneladas. Lo que antes se producía en tres días y medio, ésta vez fue en SEIS MESES.
También explicamos que la planta refinadora de alúmina, Bauxilum planta en Puerto Ordaz, ya cumplió y pasó de 9 meses en CERO producción. Ni un gramo de alúmina.
Tamaña irresponsabilidad de no haber hecho, por parte del régimen y sus jerarcas ni el menor esfuerzo por al menos arreglar una línea de producción para sacar algo de la materia prima que luego permite producir aluminio, solo tiene una “explicación”: el “negocio” de importar alúmina desde “el imperio” (¿y la coba del bloqueo imperialista?), Jamaica y Brasil.
Hacerlo a través de un intermediario “enchufado” y pagar con la escasa producción de aluminio de Venalum para así hacer el “negocio” de ganar en dólares por los “enchufados”.
Así lo han denunciado una y otra vez trabajadores del sector aluminio sin ninguna explicación oficial del gobierno.
El antiguo aluminio de Venalum y Alcasa
El siguiente paso en la cadena industrial es producir aluminio a partir de alúmina y electricidad.
Venalum y Alcasa (ambas estatales desde siempre igual que Bauxilum) produjeron por años el tope de su capacidad instalada: entre ambas 630 mil toneladas/año.
Venalum mucho más moderna y con tecnología de punta que la pionera Alcasa.
El detalle es importante. El mito estatista a ultranza del régimen y del modelo cubano-soviético que aquí copiaron es un fracaso rotundo. Con lo es en Cuba y lo fue en la URSS.
Mas tampoco es cierto que toda empresa estatal necesariamente sea un desastre de improductividad. El otro mito extremista es incierto.
Bauxilum Mina, Bauxilum Planta, Alcasa y Venalum siempre fueron estatales y siempre fueron productivas.
Distaban de ser perfectas. No eran “DisneyWorld”, pero también estaban lejísimo de ser la ruina del estatismo rojo rojíto robo-lucionario.
De hecho, producían al tope. Con frecuencia, incluso, batían récord produciendo mas que su capacidad instalada. Y arrojaban ganancias. Se autosostenían, Reinvertían en si mismas y en el país.
La debacle de ambas comenzó lentamente hacia 2004-2005, pero tuvo su “punto de quiebre” en 2009 con la orden destructora de Chávez de cerrar las Líneas I y II de Alcasa (con sus aproximadas 200 celdas) y tumbar 400 celdas de las 905 en Venalum “para ahorrar electricidad” y evitar el conflicto político social de racionar electricidad en Caracas.
De ese golpe más nunca pudieron recuperarse ambas empresas porque para colmo, el Gobierno nunca invirtió para ir rescatando las celdas de reducción electrolíticas clausuradas ni para hacer la moderna Línea V de Alcasa cuyo proyecto estaba diseñado hace años.
El deterioro fue marcado. En producción, en ingresos perdidos, en daños a no menos de 60 otras empresas transformadoras en toda Venezuela. Ruina y destrucción robo-lucionarias.
En 2012, Venalum ya trabajaba con unas 270 celdas y producía unas 150 mil toneladas en lugar de las 430 mil de cada año. Alcasa quedó con 286 celdas pero ya trabajaba con no mas de 35%.
En 2017, Alcasa cerró con 15 mil toneladas de aluminio producido y 36 celdas. Venalum comenzó 2017 con 287 celdas y terminó con 135 para 105 mil toneladas
Este primes semestre de 2018 el desastre robo-lucionario de Alcasa la encuentra con apenas 18 celdas activas y “raspando” los pisos para rebuscar algo de alúmina.
Y en Venalum con 138 celdas y no más de 30 mil toneladas de aluminio producido. O sea, apenas un tercio de la ruina de 2017 que ya era una pérdida de más del 80% de su capacidad antigua.
Ferrominera cada vez mas débil
De aquellos 22 millones de toneladas/año de Ferrominera, no queda nada. Ya van tres años seguidos en 6 a 7 millones de toneladas, es decir, un 30% de lo que le era habitual, siempre siendo estatal, tras la nacionalización “buena” de 1975.
Pero en este 2018 la situación es mucho peor Apenas se puede trabajar en las minas de San Isidro y Altamira (mediante una contratista de China).
Los dirigentes de SintraFerrominera en Ciudad Piar denuncian que “en producción solo están activos en estos momentos 2 camiones de acarreo de 130 toneladas y uno pequeño de 90 toneladas de capacidad, un cargador frontal. Las 4 palas hidráulicas están paralizadas por falta de repuestos y aceites”.
Tan mal está la cosa que la última voladura con dinamita fue en enero.
La producción, para el cierre del primer semestre era de 2 millones 700 mil toneladas de mineral de hierro, con lo cual se proyectaba cerrar el año en menos de 6 millones. Lo que significa estar por debajo de los ya desastrosos 7 millones 200 mil de 2017.
Los cambios mentirosos y otra promesa vacía de producción
Hace un mes Nicolas Maduro anunció a Tarek El Aissami como nuevo ministro de Industrias básicas “para recuperar la producción”.
Todo parece otro bluff pues El Aisammi, siendo VicePresidente, en noviembre pasado, fue encargado por el mismo Maduro de las mismas empresas básicas.
Es decir, decretó que las industrias de Guayana pasaban a control de la Vicepresidencia
Y no pasó nada. Se profundizó el desastre.
Esta vez, El Aissami vino. Estuvo dos días la semana pasada. Prometió “un nuevo comienzo” y “máxima potencia productiva”. Pero no anunció ninguna medida, plan o inversiones.
Solo se dedicó a hacer reuniones con grupos sindicales de un ala psuvista, excluyendo a la mayoría de trabajadores e incluso a buena parte del universo sindical chavista.
Y a tratar de componer un arreglo de control político y burocrático entre ellos.
A la hora de redactar estas líneas se aseguraba en medio de los grupos sindicales de la FBT-PSUV que hoy lunes se anunciaría que otro forastero, Pedro Maldonado, ficha de extrema confianza de El Aissami sería el nuevo presidente de CVG, además de ser ya viceministro de Industrias Básicas.
Maldonado fue director de Conatel, del BCV y asistente de El Aissami en Aragua pero no se le conoce ningún vínculo ni experiencia en la industria.
Audios que circulan en los grupos de whatsapp oficialistas de dirigentes sindicales de la FBT anunciaban también que los tres principales dirigentes sindicales de esa corriente, la más madurista del PSUV desde hace años, serían designados presidentes de Sidor, Venalum y Ferrominera.
Aunque otra versión asegura que “asumen el compromiso exigido por Maduro” y eso significa integrar un “estado mayor” de las industrias sin ser presidentes ya que significaría desplazar a varios militares en Sidor, Venalum y Ferrominera.
Tales posibles nombramientos generan un gran rechazo en otros grupos sindicales pro gobierno y, por supuesto, en la muy amplia representación sindical no gobiernera.
No obstante, ninguno había sido confirmado oficialmente.
Hubo una reunión más o menos pública y abierta con muchos dirigentes sindicales y periodistas, pero por un lado se le prohibió entrar a la periodista de Correo del Caroní, María de Los Angeles Ramírez, e igual sucedió con dirigentes sindicales del PSUV y afines que no son de la línea FBT-Maduro.
No obstante, la reseña de la reportera de Correo del Caroní es muy completa con todo lo discutido que pudo saber con todo detalle, incluyendo las agrias polémicas internas.
Puro bluff
La visita del ministro incluía originalmente un show dentro de Sidor activando una colada en un horno de la acería de Planchones (“reiniciando la plena producción”, era el título del evento) pero la suspendieron cuando no pudieron encenderlo por varias fallas y gigantescas goteras en el techo.
También incluía una visita en helicóptero del viceministro a Pijiguaos pero igualmente la suspendieron por la imposibilidad de mostrar actividad productiva.
Lo que más critican los trabajadores es que no hay ningún plan o medida medianamente concreta Solo anuncios genéricos parecidos a los que hizo el mismo Aissami en noviembre de 2017.y que no tuvieron ninguna consecuencia práctica.
O el de Pérez Abad cuando lo designaron al mismo cargo en enero de 2016 y anunció en los medios oficialistas que “vamos a recuperar las empresas de Guayana”. Luego no apareció más ni tomó medida alguna.
Igual fue con Ricardo Menéndez en agosto de 2013 asegurando que “las empresas básicas tendrán un impulso definitivo”. Parece fue un impulso definitivo hacia un barranco mayor
Otro ministro del área fue José David Cabello, designado por Maduro para sustituir a Menéndez a inicios de 2015 y dijo en rueda de prensa con medios complacientes que “impulsaremos la producción”. Hoy El Aissami se rodea con el mismo grupo corresponsable de la ruina.
Fuga de mano de obra experta y ruina social
Otro aspecto que habrá que desarrollar en un reportaje próximo tiene que ver con dos temas graves: la crisis social y el congelamiento y retroceso del progreso de los trabajadores y sus familias, junto con el éxodo de varios miles de técnicos y trabajadores de alta calificación que han renunciado y se han ido del país.