Sigan en eso…, por Simón Boccanegra

Hace rato que este minicronista, y también el editorialista de este diario, vienen advirtiendo que la clave del revocatorio está en la elección del CNE. Veo a mucha gente hablando de que el «revocatorio va» como si este se pudiera hacer como el Firmazo, por la pura cuenta de la gente. Como si no fuera necesario el CNE. Pero ocurre que sin este no hay revocatorio o que si no se le elige a tiempo, pues la cosa se retarda. Que esto debe ser lo que quiere el gobierno. Pero hoy se destapó lo que hemos estado señalando en voz baja: la elección del CNE en la Asamblea no la tiene trancada el Gobierno sino la oposición.
Toda la politiquería y la mañosería de la Cuarta ha revivido con la fuerza de un deslave entre los partidos que adversan al régimen. Acusaciones y contraacusaciones, con la misma ceguera suicida de los viejos tiempos, van y vienen. Cada uno quiere un pedacito del CNE.
Pero son muchos los aspirantes y pocos los puestos. El ñemeo es interminable. Roberto Giusti escribe hoy en El Universal que el gobierno «ralentiza la elección del CNE».
Páginas atrás, en su mismo diario, se da cuenta pormenorizada del burdel que tienen montado los partidos de la oposición. ¿El Gobierno «ralentiza»?