Socio-política de la comunicación, por José Rondón Narváez
Mail: [email protected]
Desde cualquier formulación teórica que se aborde la comunicación ésta comprende factores cuya complejidad e interacción precisan un tratamiento desde varias perspectivas. Precisamente una de las más complejas, diversas y de mayor alcance, es la perspectiva sociopolítica. Habida cuenta que no existe una única perspectiva sociopolítica, en el amplio espectro que ésta abarca, están no sólo las respectivas formaciones socio-políticas y los contextos históricos. También los asuntos tecno-productivos, epistémicos-cognitivos e incluso éticos inherentes a la gestación y escenificación del fenómeno comunicacional.
Es preciso acotar que como hecho natural y cultural la comunicación, desde las primeras expresiones guturales y gestuales del género humano, ha comportado una razonable correspondencia con los avances científico-tecnológicos y la ordenación institucional. Desde aquellas iniciales y rudimentarias formas de comunicación, las primeras divisiones del trabajo y formaciones sociopolíticas, hasta el estado moderno y las formaciones contemporáneas.
Esta perspectiva sociopolítica de la comunicación ha alcanzado una renovada vigencia, y es tema de debates en círculos académicos y profesionales. Toda vez, que hoy día se plantean demandas y retos como aquellos referentes a los propios géneros y respectivos límites de la información y la comunicación, su circulación por las redes sociales; el papel de las corporaciones multinacionales de la comunicación y la industria cultural en la gestación y transmisión de opiniones; así como su incidencia en el comportamiento social.
Que además de condicionar las decisiones de los habitantes de todo un país, representan por sí mismas un auténtico poder que opera políticamente a escala regional y global. Y que trasciende el propio marco jurídico-político del estado moderno, y su correspondiente modelo de gobernabilidad.
*Lea también: El futuro y la reconstrucción del entramado social, por Reinaldo Aguilera
Asimismo se vislumbran en el horizonte porvenir otras realidades emergentes como la pluralidad de las comunidades de habla, y sus respectivos códigos y gramáticas alternativas; la inteligencia artificial. Todo esto representa, irreversibles tendencias, que tienen también ineludibles implicaciones socio-políticas. Afectando de diferentes maneras, todos los órdenes de la vida social, las lógicas, formatos y plataformas de la comunicación.
Así pues, la comunicación no puede ser separada de sus contextos socio-políticos, so pena de desnaturalizarla y errar en su análisis y comprensión. Desde esta perspectiva crítica se desmiente e impugna la supuesta neutralidad de la comunicación defendida por algunos. Y se hacen patenten también las intencionalidades y las correspondientes estructuras de poder que hacen posible la comunicación, así como sus diferentes implicaciones. Todo aquello que en ocasiones no es visible y está convenientemente enmarañado y oculto.
Por ende, toda esta complejidad precisa debates y reflexiones aclimatadas con esta atmósfera contemporánea, y a la cual deben sumarse también los círculos académicos de la hoy asediada universidad venezolana.
José Rondón Narváez, es profesor de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Instituto Pedagógico de Maracay)
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo