Solo pienso yo, por Teodoro Petkoff

Autor: Teodoro Petkoff
El viernes pasado, en un establecimiento comercial donde coincidieron, tuvo lugar una conversación entre un oficial del Ejército y un grupo de señoras que lo abordaron. Andaba uniformado y aunque se identificó, obviamente no mencionaremos ni su nombre ni su grado, para protegerlo. Es un oficial subalterno, es decir de los que están entre subteniente y teniente coronel. En el curso de la conversación dejó claro que no se identifica con la oposición y que se considera un oficial “institucionalista”.
Explicó que había sido enviado a una localidad del interior a raíz de que en el casino de oficiales tuvo la mala leche de estar mirando un canal de televisión distinto al 8. Está considerando pedir la baja porque aduce que así no se puede vivir. Se siente acosado.
“El otro día, entrando a Caracas, se me dañó la camioneta en la autopista y como andaba uniformado no me atreví a bajarme para verificar”. En pocos minutos se había armado una amena cháchara porque el hombre era simpático y desenvuelto. Cuando una le preguntó qué le había parecido la escena del maltrato a Elinor Montes, respondió: “Imagínese cómo puede sentirse uno viendo eso. Lo peor es que a la muchacha de la Guardia la condecoraron esa misma noche”. Y añadió, significativamente: “Yo no soy de la Guardia sino del Ejército. Nosotros tenemos otra concepción”.
Se habló de muchas otras cosas pero a partir de lo relatado se impone una reflexión. Sancionar a un oficial porque mira un canal de televisión distinto al 8 no es una trivialidad. Implica que en el seno de la FAN se pretende acuñar una concepción política ajena a la democracia.
Para los cuarteles sólo existe el canal único de televisión. Sólo existe el estatal. Está prohibido mirar uno distinto. Y quien olvida la regla, comete una falta y la paga en los desolados puestos fronterizos. Se quiere hacer respirar a los oficiales la atmósfera del pensamiento único. No pueden los oficiales decidir libremente ni siquiera en asuntos que no atañen a la disciplina castrense. Tienen que ver lo que Chávez quiere que vean. Tienen que pensar lo que Chávez quiere que piensen. El Big Brother vigila.
Al palo lo acompaña la zanahoria. Para quien haga suyo el proyecto político chavista, hay ascensos, condecoraciones y cargos “donde haiga”. Quien se mantenga fiel a un criterio meramente institucional seguramente se irá quedando retardado y fuera de los mandos. Es el mensaje bien explícito de la condecoración a la joven que realizó la heroica hazaña de batir contra el piso a Elinor Montes. El mismo mensaje está en la felicitación a la Guardia Nacional enviada tanto por el Presidente como por el ministro de la Defensa. Con el elogio de la barbarie se pretende orientar un modelo de conducta político-militar.
Esta combinación de lavado de cerebros con el miedo está causando daños profundos en la FAN. Es obvio que se aspira a crear una Fuerza Armada de partido. Es de preguntarse qué están enseñando hoy en las escuelas militares.