Solórzano exige al PNUD no quedar como «mirones de palo» por muerte de presos políticos
La diputada Delsa Solórzano pidió a los representantes de la ONU cumplir con su trabajo, pues «los familiares y la víctimas necesitan una verdadera protección y ese es el mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU»
La presidente de la Comisión Especial de Justicia y Paz, Delsa Solórzano, exigió este jueves 14 al Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) «no permanecer como mirones de palo en un país donde están matando a los presos políticos».
Ante la sede del PNUD, junto a familiares de presos políticos, la activista pidió que se cumpla con el mandato del Consejo de Derechos Humanos. Además responsabilizó al régimen por la muerte del general Raúl Isaías Baduel, quien según las autoridades falleció producto de complicaciones asociadas al covid-19.
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«Ese señor (Tarek William Saab) que dijo que fue por covid-19, horas antes de que le hicieran la autopsia, fue el mismo que dijo que Fernando Albán salto de una ventana en un edificio sin ventanas. Lo mataron y punto», dijo.
Solórzano pidió a los representantes de la ONU cumplir con su trabajo, pues «los familiares y la víctimas necesitan una verdadera protección y ese es el mandato del Consejo de Derechos Humanos de la ONU».
También reconoció la valentía de los familiares de presos políticos. «Aquí están para levantar la voz en nombre de sus familiares. Ellos están presos por una única razón: defender la nación y defender la nación jamás será un delito».
Exigen cese de torturas
Franklin Caldera, padre del teniente Franklin Caldera Martínez, pidió a la administración de Nicolás Maduro parar «tanta tortura para nuestros presos políticos militares y civiles, es increíble como nosotros los familiares tenemos que sacar de donde no tenemos para poder llevarle comida».
Yo pasé a ser hipertenso por culpa de esta situación, comentó Caldera, quien además solicitó a la Corte Penal Internacional y demás organizaciones internacionales «que se enfoquen en la libertad de nuestros hijos».
Por su parte, Liliana de Hernández Da Costa dijo que se atreve a alzar la voz para denunciar la situación irregular a la que está sometido no solo su esposo, el general Héctor Hernández Da Costa, sino por todos los presos políticos militares «que en especial han sido los grandes olvidados a la hora de las liberaciones».
Mientras que Yuraima Paracaipa narró que su hijo, quien tiene 400 días preso, permanece en la cárcel de Yare 3 donde es difícil llegar, «tengo que caminar más de 40 minutos para llegar. Nos someten a revisiones en las que nos desnudan completamente y obligan a saltar y mostrar nuestras partes».
«Mi hijo es inocente de todo lo que lo acusan. Está presentando problemas de salud, en la cárcel no hay agua, no hay neveras, tenemos que llevarle todo y somos de Maracay. Yo sufro de fibrosis pulmonar grado dos, es una pesadilla todo esto», dijo.
Paracaima pidió libertad para todos los presos políticos, «estamos cansados, estamos agotados mental, psicológicamente y económicamente porque en Yare se tiene que pagar por todo, por el agua, por el espacio, por respirar, por eso hago un llamado internacional para que nos ayuden».
Con información de nota de prensa