Teodoro está vivito y coleando
Autor: Valentina Rodríguez Rodríguez
Desde ayer en la tarde hemos recibido varias llamadas y mensajes preguntándonos si Teodoro Petkoff falleció. No, Teodoro no se ha muerto, está vivito y coleando. Es posible que la confusión se deba al más reciente abuso e injusticia perpetrado al director de este medio por el juez Aris José La Rosa Álvarez
“El juez declaró la muerte civil de Teodoro Petkoff al declararlo, sin proceso legal, incapaz o entredicho. Su capacidad jurídica como ser humano quedó limitada a lo que apruebe su tutor provisionalmente designado. Esto es lo que los romanos llamaban la muerte civil de sus ciudadanos», afirmó Humberto Mendoza D´Paola, abogado defensor de Petkoff, al conocer la medida.
Según la Ley la muerte civil es la pérdida de los derechos civiles. Supone la pérdida para una persona de su personalidad jurídica, que conlleva la privación general de sus derechos. La persona deja de ser considerada viva a efectos jurídicos, aun mucho antes de su muerte real. Es considerada una ficción jurídica. La muerte civil puede ser aplicada como una pena accesoria a personas condenadas a prisión perpetua o que vayan a ser objeto de la pena de muerte. La muerte civil trae como consecuencia la pérdida de los derechos del estado civil, de los derechos de potestad, patrimoniales, políticos y públicos subjetivos; es decir, prácticamente el estatus de la persona.
La decisión sobre las competencias civiles de Petkoff “sólo la puede tomar un juez con competencia en lo civil y La Rosa no lo es», precisó Mendoza, para quien el juez se excede en sus competencias por lo que la decisión «está viciada de abuso de autoridad y extralimitación de funciones».
Reiteramos que Teodoro Petkoff está vivo, en su casa, sorteando algunos contratiempos de salud y físicos, propios de las personas de su edad, pero atento al acontecer nacional y estoico ante los abusos del “constituyente” Cabello y del juez La Rosa.
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