Teodoro Petkoff despertó simpatías aún en sus detractores por su franqueza
Teodoro nunca cedió ante las amenazas ni presiones y mantuvo en todo momento sus convicciones como su más sagrado tesoro
Si algo distinguió a Teodoro Petkoff fue su integridad, una condición que se aprecia en la multiplicidad de personalidades que desde diferentes trincheras, han expresado su pesar por la muerte de quien reconocen como uno de los políticos venezolanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX y principios del siglo XXI.
La gran cantidad de opiniones sobre la huella dejada por alguien que desde muy joven supo defender sus ideales, es sin duda el mejor reconocimiento que el país puede ofrecer a Teodoro, quien nunca cedió ante las amenazas ni presiones y mantuvo en todo momento sus convicciones como su más sagrado tesoro.
Desde círculos tan disímiles como las artes o las letras, pasando por la política, el mundo sindical y los medios de comunicación hasta llegar a la política y la economía, todos los sectores de la vida nacional han lamentado la partida física de una figura que despertó simpatía incluso entre sus detractores por la franqueza y lo frontal de sus planteamientos.