¿Territorio chavista?, por Simón Boccanegra
Un nuevo incidente de violencia contra candidatos de la oposición tuvo lugar el domingo pasado cuando una banda de malandros, disfrazados de activistas del oficialismo, atacó a tiros una concentración que realizaba María Corina Machado en el 23 de Enero. Hace unos días este minicronista se refirió a agresiones similares producidas contra la propia María Corina, así como contra Pablo Pérez y Henrique Capriles Radonski. Todo indica que se trata, pues, de un patrón de conducta y no de actos aislados. El gobierno nos está diciendo que está dispuesto a utilizar la violencia, incluso armada, contra sus rivales electorales. Para que no quede duda de esto, Freddy Bernal declaró que la oposición no puede entrar a lo que denomina «territorio chavista». En verdad se trata de territorio ocupado a la brava. La conclusión es obvia: si los opositores entran serán atacados. Bernal le ha colocado el sello oficial a la conducta de las patotas. Esto, como es natural, puede conducir a episodios cargados de peligro, porque, lógicamente, lo seguidito de los ataques llevará ineluctablemente a los atacados a defenderse y la campaña electoral podría transformarse en un infierno de violencia. Chacumbele no puede hacerse el desentendido ante este fenómeno. Basta con una intervención suya sobre el tema, llamando a respetar a sus adversarios, para que desaparezcan los ataques. Si no lo hace habrá que concluir que se trata de una política que no baja desde Freddy Bernal sino de él mismo. Quien calla otorga. No hay sino que pensar en que los ataques han sido por ahora contra la campaña interna de los opositores. Si no se le pone coto a esto, la perspectiva que se anuncia para la campaña en la cual se enfrente ya el candidato único opositor pero esta vez contra Chávez no deja de producir escalofríos.
