¿Terrorismo de Estado light?, por Simón Boccanegra
Yo no sé si el general Baduel tiene cuentas pendientes, pero sí me llama mucho la atención que habiendo tanto ladrón de cuello blanco suelto por ahí, la Justicia Militar (de la cual alguien dijo que es a la Justicia lo que la música militar es a la música) se empeñe en investigar a un general que tuvo el coraje de denunciar la farsa del «socialismo del siglo XXI» y de desmarcarse del régimen. ¡Qué casualidad! Si mal no recuerdo, el ex ministro Maniglia denunció al ex ministro García Carneiro por la adquisición de unas motos para la Guardia Nacional donde según y que hubo un guiso. ¿La Justicia Militar ha investigado esta denuncia? ¿Ha citado al general García Carneiro? Hasta donde uno sepa, no. Por otro lado, se dice uno, que es un ciudadano de a pie, si al general de tres soles, Raúl Isaías Baduel, ex ministro de la Defensa, ex comandante del Ejército, ex comandante de la guarnición de Maracay, ex comandante de los paracaidistas, lo meten a empujones en la jaula, ¿qué quedará pa’ uno? ¿A un ciudadano de este rango, como a cualquier ciudadano, por lo demás, lo procedente no era entregarle la citación? Si Baduel quisiera irse del país o enconcharse, ya lo hubiera hecho, porque el acoso contra él comenzó hace bastante rato. Uno, que siempre tiende a pensar mal, para no equivocarse, no puede dejar de asociar el atropello contra Baduel a la mamaderita de gallo en el aeropuerto de Maiquetía, contra opositores conocidos. El cinismo oficial dice que se trata de una medida general, pero ¡qué casualidad que siempre le toca a gente a la cual el gobierno le tiene bronca! ¿Son meras provocaciones, procurando respuestas exasperadas, o es la máquina del terrorismo de Estado, que poco a poco se va poniendo en movimiento, con medidas inicialmente light pero de intención intimidatoria? Bueno, la verdad es que las respuestas no son excluyentes.
