«Todos somos minoría», admitió Maduro a opositores en Miraflores, por Sebastián Boccanegra
«Todos somos una minoría», afirmó Nicolás Maduro, el pasado martes cuando recibió en Miraflores a una parte de los integrantes del Foro Cívico, reconocimiento que debe basar en los resultados electorales del pasado noviembre, los cuales pudo corroborar en Barinas en enero, gracias a la torpeza política y manipulación de la «justicia» que hicieron desde alguna parte del movimiento político que encabeza. No lo creemos tan torpe como para ser el autor del desaguisado.
La reunión se dio en tono cordial, los invitados expusieron sus razones y fueron escuchados de manera civilizada, lo mismo ocurrió cuando hablaron los gobernantes. Maduro fue muy sincero al decir que le «gustaría quedarse mucho tiempo en el poder», que está trabajando para ello, tiene un plan en desarrollo, pero que si pierde «las elecciones presidenciales entrega el mando». Ver para creer, hasta ahora el chavismo no ha respetado las consecuencias de sus derrotas electorales.
#EnVivo 📹 | Reunión con representantes del Foro Cívico. https://t.co/68FkoMhitI
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) April 5, 2022
En cuanto al diálogo, se contradijo. Por una parte, afirmó estar dispuesto a hablar con todos los sectores del país, pero después precisó que, en el ámbito político, conversaría con el G3, sin precisar cuál partido del G4 queda por fuera, pero todo apuntaba a Voluntad Popular. De concretarse esto sería otra forma de seguir ahondando la división en la oposición, ese es uno de sus objetivos fundamentales de cara a cualquier elección.
Tal vez el punto al que le dedicaron más tiempo fue el de la designación de los integrantes del Tribunal Supremo de Justicia. Los representantes del Foro Cívico le dieron mucha importancia al tema y Maduro se mostró evasivo, prueba de la dificultad que tiene para alcanzar el consenso dentro del chavismo. Les aseguró que estaba «haciendo su mejor esfuerzo».
De la visita de los gringos, aseguró que «vinieron por su cuenta», que no los invitó, que el tema fundamental para ellos era aumentar la producción de petróleo de Venezuela, algo que le interesa, demostrando que no tiene ningún problema en hacer negocios con el imperio, pues le ayudará en su pretensión reeleccionista. Contó que le pidieron «cumplir con cinco puntos», lo que hizo «de inmediato», pero está a la espera de que el gobierno de Estados Unidos cumpla con lo ofrecido, que no es otra cosa que permitir inversiones gringas para aumentar la producción petrolera.
Otro de los puntos fue el trato hacia el sector privado, Le sugirieron que siguiera el camino de la devolución de activos, que tiene a la entrega del Sambil de La Candelaria como emblema. La respuesta de Maduro fue que era un proceso que estaba «en evolución», dando a entender que proseguirá en ese camino. De concretarse esto, sería una demostración de que la sensatez perdida en los últimos años la siguen recuperando.
En esa reunión hubo dos dirigentes sindicales que siguen en sus puestos, que no se convirtieron en patronos y que no han olvidado los derechos de los trabajadores, algo que no se puede decir de Maduro. Ante sus planteamientos, reconoció que los sueldos no son suficientes para enfrentar el costo de la vida, que quisiera pagar mejor, pero que no le alcanza el dinero para mejorar los ingresos. En cuanto a la ayuda humanitaria se mostró partidario de recibirla, agregando que el país la necesitaba. En este punto se supone que hubo acuerdo en México, al parecer incumplido por Maduro y su combo.
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