Transformers: Rise of the Beasts confirma que es mejor alejarse de Michael Bay
El jueves 8 de junio llegó a las salas de cine de Venezuela Transformers: Rise of the Beasts, la séptima entrega de una saga que ya tiene 16 años desde que estrenó su primera película. El director Steven Caple Jr. se estrena al frente de la cinta llena de robots y acción con su pizca de nostalgia
Desde antes de entrar en la sala cada espectador debe suponer lo que va a encontrar en la pantalla: una película blockbuster de Hollywood con robots gigantes que pelean, son extraterrestres, están hechos en computadora y nacieron originalmente para vender juguetes. Ese contexto es importante al ver Transformers: Rise of the Beasts.
La cinta Bumblebee (2018) hasta ahora ha sido la mejor lograda, que supo equilibrar el elemento humano y emocional con los efectos especiales y la acción, con un condimento fundamental: la nostalgia. La película mostró el impacto de tener tras la cámara -Travis Knight en la dirección y el libreto a cargo de Christina Hodson- a dos creadores pertenecientes a la generación que vio nacer a los Transformers a partir de 1984.
Así, le habló a una audiencia fresca a través de su protagonista Hailee Steinfeld interpretando a una joven de finales de los años 80, y también a los early millenials que vieron por fin en pantalla grande un diseño de robots más cercano al de sus juguetes infantiles que los presentados por Michael Bay en las primeras cinco entregas de esta saga.
La séptima entrega de la franquicia de los Autobots se mueve en más de dos aguas. Por una parte, ubica su trama en 1994 a suficiente distancia temporal de las aventuras de Bumblebee con Charlie Watson –que referencian en una línea de diálogo- y lo suficientemente antes del “inicio” de todo este universo cinematográfico ocurrido en 2007; dejando suficiente aire como para ubicar más historias antes de llegar a ese punto (y justificar el inicio de aquella película –la llegada de los protagonistas desde el espacio de nuevo– si fuese el caso).
Por otra parte, Transformers: Rise of the Beasts recupera unos diseños más sencillos para sus robots, con sus referencias a aquellos juguetes de infancia, aunque con características que los acercan a las versiones vistas en las películas de Bay. Igual pasa con las secuencias de acción, que van haciéndose cada vez más grandes y complicadas hasta asemejarse al (a ratos agotador) festín de metal chocándose de aquellos filmes.
Esta vez Steven Caple Jr. (Creed II) toma las riendas de la dirección sobre una historia de Joby Harold (Obi-Wan Kenobi, Army of the Dead) que llevó a guion junto a Darnell Metayer, Josh Peters y los hermanos Erich y Jon Hoeber (The Meg, Battleship). «Sentí que hay muchas cosas que los fans, y yo mismo, queríamos de la serie de dibujos animados original. Me enfoqué más en eso que en fijarme en el Bayverse o en el Knightverse, con Travis Knight», le dijo a Cultura Ocio.
El resultado es una cinta que se permite dejar atrás el gringocentrismo de sus predecesoras al sacar la acción de las fronteras estadounidenses y explorar la relación entre el humano Noah Díaz (Anthony Ramos) y Mirage, interpretado por el comediante Pete Davidson, quedarse algo corto pues el libreto debe dedicarle tiempo a Elena Wallace (Dominique Fishback), personaje que el guion aprovecha para poner en marcha en conflicto sin saber luego cómo introducirla en su resolución. No obstante, sirven los personajes como vehículo de representación para comunidades que hasta ahora poco han tenido protagonismo en este universo.
Quizá el reto mayor era lograr hacer convivir a los Autobots con los Maximals, especies hermanas, pero de tiempos y orígenes distintos y que en sus producciones originales nunca compartieron pantalla ni espacio temporal. Lo que llega a pantalla marca el camino para seguir desarrollando sus historias por separado, pero quizá menos de lo que hubiesen preferido quienes disfrutaron de la serie animada en 3D estrenada en 1996.
Unos terminan siendo actores de reparto frente a las acciones de los otros, y no se explora más en los integrantes de los Maximals, sus habilidades y aportes a la trama, con sus ausentes antagonistas -los Predacons- la exclusión de algunos clave como Ratatrampa. No hay espacio para tanto robot en esta historia.
Caple Jr. firma un largometraje que cumple su premisa y abre la puerta a continuar explorando la franquicia por distintos caminos, abrazando la espectacularidad y asignándole más peso al rol humano dentro de la lucha, aun si para ello es necesario expandir habilidades a partir de canalizar algo parecido a un conocido superhéroe de metal. Un formato que pudiera revitalizar la saga.
No obstante, la película nunca deja de sentirse insuficiente especialmente en su tercer acto, visto además que lo que el conflicto pone en juego es poco: todos sabemos que los personajes principales tienen más aventuras por venir en el mismo planeta, por más amenazante que suene Peter Dinklage (Game of Thrones) como Scourge o su amo malvado, Unicron.
Transformers: Rise of the Beasts se estrena en salas de cine de Venezuela este jueves 8 de junio. Atención al guiño final de un universo compartido a partir de ahora.