Transporte binacional venezolano insiste en retornar al centro de Cúcuta

El Sindicato de Transporte en Frontera indicó que el parque automotor que ingresaba a Colombia era de 700 unidades aproximadamente, pero en estos momentos no están atravesando ni 80 unidades
El gremio de transporte de pasajeros venezolano con ruta binacional insiste en que la desigualdad los sigue marcando en comparación con las empresas colombianas que ingresan a San Antonio del Táchira o a Ureña.
Celestino Moreno, representante del Sindicato del Transporte en Frontera, aseguró que esta inquietud fue manifestada en la mesa de trabajo que se formó durante el encuentro convocado por la Cámara de Comercio del Táchira, donde el tema central fue la Zona Económica Binacional.
Moreno recordó que, antes del cierre de la frontera el 19 de agosto de 2015, los carros cinco puestos venezolanos podían entrar al centro de la capital nortesantandereana para dejar a los pasajeros que se dirigían a ese punto y luego sí se desplazaban al terminal. «Eso no nos lo permite en la actualidad el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC)», lamentó.
Otro punto expuesto en la mesa de transporte fue la póliza. «Nos dijeron que ya hay varias empresas venezolanas, aprobadas por la Superintendencia de Colombia, que nos pudieran expedir ese trámite binacional», subrayó al calificar la opción como positiva.
La flexibilización con la flota de vehículos, la cual, por la economía que atraviesa el país es difícil renovarla, también fue esbozada por el gremio, para que les permitan cruzar al vecino país con esos vehículos mientras consiguen cambiarlos.
Recordó que son 14 las empresas venezolanas que realmente están autorizadas para hacer la ruta binacional. «Las otras no están acreditadas ni están aceptadas por el Ministerio de Transporte de Colombia», puntualizó Moreno.
Indicó que el parque automotor que ingresaba a Colombia era de 700 unidades aproximadamente, pero en estos momentos no están atravesando ni 80 unidades. «Además, les han dado entrada a una cantidad de líneas que no están certificadas y es un problema, pues no se sabe de qué manera están entrando al país cafetalero y con cuál permisología», sentenció.
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