Tras la huellas de la cerveza en Venezuela II, por Miro Popic
Considerando la situación de guerra que vivía la naciente república, todos estas bebidas y licores eran prácticamente un lujo, escaso y costoso, reservado solo para ocasiones. Igualito que ahora
A fines de la colonia ya se consumía cerveza en Venezuela, en pequeñas cantidades, costosa y de dudosa calidad. Se vendía en las bodegas de Caracas en unas botellas que llamaban limetas a cinco reales y medio cada una. Un documento del 16 de septiembre de 1776, citado por Juan Morales Álvarez en su libro Historia de la industria cervecera en Venezuela, da cuenta de la denuncia que recibió Fernando Cuadrado, teniente del Gobernador y auditor de guerra, de un incidente ocurrido en la bodega de Joseph Pérez Colorado por sustracción de una botella de cerveza que originó una pelea a espadas. En una nota periodística de Eleazar López, aparecida en El diario de Caracas, del 10/04/1982, se habla de un señor de apellido Ordoñez que producía cerveza en Caracas en 1805, pero sin mayor respaldo documental.
El comercio se dificultó con el inicio de la guerra de Independencia y junto a los productos peninsulares, que cada vez eran menos, comenzaron a surgir otros procedentes de las islas vecinas. En la Gaceta de Caracas del 7 de abril de 1814 aparece un boletín militar celebrando la victoria sobre las tropas de Boves y, junto a este anuncio, hay un informe del movimiento portuario de La Guaira donde consta que llegaron varias embarcaciones venezolanas con cacao, cazabe, plátanos, maíz, sal, etc., así como dos barcos ingleses y uno sueco procedentes de las islas de Saint Thomas y San Bartolomé con mercancías diversas donde aparecen loza y cerveza. Por la procedencia de los barcos y su bandera, esa cerveza debe haber sido inglesa, nunca española. Según la historiadora Lola Betancourt, de acuerdo a documentos del gobierno británico, entre 1831 y 1836, entró al país cerveza inglesa por la cantidad de 4.804 libras esterlinas.
En un arancel general para el arreglo del abasto común en Caracas, del 16 de enero de 1818, se menciona la existencia de “Cervesa (sic) buena la botella a 4 reales”. Para 1823, según documento registrado por José Rafael Lovera en su libro Historia de la alimentación en Venezuela, el ayuntamiento de La Guaira organizó un banquete para celebrar la toma de Puerto Cabello por los batallones comandados por José Antonio Páez, Santiago Mariño y José Francisco Bermúdez. Entre las bebidas adquiridas para tal celebración, figuran: “5 cajas de vino, 4 cajas de champaña, 6 botellas de moscatel dulce, 4 cajas de moscatel tinto, 7 cajas de aguardiente de España, 4 botellas de ron, 1 caja de licor Amphoux y 2 cajas de cerveza”.
Considerando la situación de guerra que vivía la naciente república, todos estas bebidas y licores eran prácticamente un lujo, escaso y costoso, reservado solo para ocasiones. Igualito que ahora. La historia es más larga y podrán leerla en mi próximo libro Venezuela on he rocks!