Un bolivita para el PSUV, por Simón Boccanegra
El PSUV está mamando. Debido a su precaria situación financiera andan haciendo colectas entre todos sus simpatizantes y amigos, que según Chacumbele, son cada día más y están a punto de llegar a los 30 millones de habitantes que tiene el país. Ellos practican su versión de democracia también cuando pasan raqueta, por lo que no es que los empleados del gobierno colaborarán si quieren, sino que lo tienen que hacer a juro. Le dicen bajada de la mula participativa. Según Yelitze Santaella, ex gobernadora del estado Delta Amacuro devenida en cajera de ese partido, aspiran recaudar siete millones de bolívares gracias a los aguinaldos y utilidades que se pagan por estos días. A esa cifra le suman otra de 5,5 millones que levantaron en mayo, para un total de 12,5 millones de bolívares. A nosotros esa cantidad nos parece muy pequeña para los requerimientos que tiene la organización de Chacumbele. La publicidad es cara y es mucha la que transmiten en VTV, ANTV, VIVE TV y demás tves rojas que han creado.
También son muy costosas las transmisiones en directo de las reuniones del partido que se difunden por esos medios televisivos. La última, con la «patrulla» que forma parte del Gran Polo Patriótico que se hizo en uno de los jardines del palacio presidencial, duró varias horas. No crean ustedes que la gente del PSUV y su jefe se aprovechan de su posición y no pagan. Quien quiera puede revisar los libros contables de esas plantas televisivas y comprobará que recibieron el pago de manos de la propia Santaella. Claro que están tomando medidas para que las deudas sean cada vez menores.
Todavía le deben al CNE por algunas elecciones internas que hicieron, pero este aspecto más nunca incrementará las acreencias. De ahora en adelante el único que votará en ese partido es Chacumbele y todos acatarán, con regocijo, la sabia decisión del jefecito.
