Un guiso bien gordo, por Teodoro Petkoff
El “Gordo” Jesús Bermúdez, ex viceministro de Finanzas de Tobías Nóbrega, ha sido detenido en Miami y va a ser sometido a juicio por varios delitos, entre otros el de tratar de introducir un contrabandito de 40 mil dólares en efectivo a los Estados Unidos. Pero la cosa no es tan sencilla como quiso hacerla aparecer José Vicente cuando desmintió que la avioneta en la cual viajó el “Gordo” perteneciera a la CVG. Veamos.
Para que le fuera concedida la libertad bajo fianza fueron pagados 100 mil dólares al brinco rabioso. ¿Quién los pagó? Un tal Leonardo Llaneza. Les vamos dar la punta del ovillo. ¿Quién es Leonardo Llaneza? El hermano y socio de Ramón Llaneza en varias empresas en Miami. ¿Y quién es Ramón Llaneza? El representante de Yavonca Oficina Técnica. Esta empresa fue la que vendió a MinFinanzas el edificio “Bilbao”, adquirido para servir como sede a la Escuela de Administración y Hacienda Pública de MinFinanzas. TalCual (ediciones del 19 y 28 de julio de este año) comentó editorialmente esta operación en la cual Yavonca, que adquirió el edificio en 1.928 millones de bolívares, once días después, lo vendió a MinFinanzas en la friolera de 3.878 millones de bolívares. Un “modesto” sobreprecio de 1.950 millones pagó MinFinanzas. Anteriormente, el ministerio de Nóbrega había adquirido el edificio del Citibank, pagando por este más de 9 millones de dólares a una inmobiliaria que una semana antes lo había comprado en 4,5 millones de dólares. Antes del guiso del “Bilbao”, Yavonca, es decir Llaneza, había intentado vender a MinFinanzas otro edificio, el “Gloria”. El modus operandi era el mismo del “Bilbao” pero esta operación no cuajó. Sin embargo, ¿quién era el propietario del “Gloria” ? La familia Aguilera, de la cual forma parte otro curruña del ministro Nóbrega, Alí Aguilera. Los nombres se van enlazando: Llaneza, Bermúdez, Aguilera. Todos del entorno de Nóbrega. La Asamblea inició una investigación sobre los edificios, de cuyos resultados no se sabe nada. No debe ser casual que en la página digital de “aporrea.org”, desde donde operan los que se pretenden “pepegrillos” del régimen, se haya escrito el siguiente párrafo capcioso: “La salida de Nóbrega puede estar ligada a la decisión del ‘gordo’ Bermúdez de viajar a Miami con dicha suma en efectivo. No ha habido hasta ahora un pronunciamiento oficial del gobierno nacional”. ¿Para qué eran esos dólares? Para “regalitos” de Navidad, dijo Bermúdez. “Aporrea” insinúa otra cosa.
El manejo de la Deuda Pública ha levantado muchas suspicacias. No hubo emisión de bonos que no despertara sospechas. La última, coincidente con la destitución de Nóbrega, hizo sonar las alarmas entre los inversionistas porque fue asignada a dedo. La insólita declaración del ministro sobre la fecha de la devaluación tuvo el efecto lógico: hacer subir la tasa de cambio “negra”, con lo cual los tenedores de esos bonos, seleccionados a dedo, podrían haber recibido un jugoso aguinaldo. ¿Tuvo algo que ver con esto la declaración del ministro? ¿Exactamente por qué fue destituido Nóbrega?
Venezuela no cambia. Siguen como siempre los delitos sin delincuentes. Nunca hay juicios, nadie paga. Todo se resuelve con destituciones opacas que dejan al ladrón, si lo es, con el botín y si no lo es, rayado para siempre. La “revolución” es la misma miasma.