Un venezolano necesita $10 más que en septiembre para comprar los mismos productos
En septiembre, el dólar perdió cerca de 44,2% de su poder de compra en Venezuela, debido al alza promedio de 52,2% en los precios y a la caída de 44,2% en el tipo de cambio no oficial, según cálculos de Ecoanalítica. Eso significa que, a finales de septiembre, para adquirir un bien en divisas se tenía que pagar (en dólares) 1,79 veces más de lo que se pagaba por el mismo bien a finales de agosto, afirma Luis Arturo Bárcenas, economista senior de la firma
A inicios de septiembre, cuando el dólar paralelo estaba en torno a los Bs. 25.000, una persona necesitaba al menos 13 dólares (Bs. 325.000) para comprar diez productos de la canasta alimentaria: caraotas negras, pasta, harina de maíz precocida, arroz, mantequilla, azúcar, carne de primera, huevos, tomate y cebolla. Hoy, poco más de un mes y medio después, con una tasa en Bs. 18.000, esa persona requiere mínimo 23 dólares (Bs. 414.000) para comprar lo mismo, es decir, diez dólares más.
El costo de la vida en dólares se sigue encareciendo en Venezuela, país que lleva casi dos años en un severo ciclo hiperinflacionario que ha pulverizado el poder adquisitivo de las personas y generado una dolarización de facto cada vez más profunda.
“Antes con 100 dólares hacía un mercado para todo un mes y ahora solo alcanzan para 15 días”, expresó en un supermercado express, en el este de Caracas, Pedro Mendoza, trabajador de una empresa de seguridad diplomática donde gana 200 dólares mensuales. Hace un año, cuando empezó a trabajar en la compañía, pudo completar los ahorros que tenía de su empleo anterior para comprar un Toyota Corolla 2002 en 2.200 dólares. “Ahora 100 dólares me alcanzan para comprar un solo amortiguador, y el carro necesita cuatro”, añadió el consumidor mientras pagaba en la caja del establecimiento.
En el supermercado vendían un pote de 500 gr de margarina en 45.260 bolívares (dos dólares y medio al cambio de 18.000 bolívares por dólar), cuando a principios de septiembre esa misma presentación se conseguía en 27.000 bolívares (un dólar con ocho centavos a una tasa de 25.000).
El precio de 900 gr de leche en polvo era de 179.900 bolívares, es decir, 10 dólares al tipo de cambio no oficial de 18.000 bolívares.
El incremento del costo de la vida en dólares se ha acelerado desde septiembre, cuando el tipo de cambio, después de haber aumentado 108% en agosto, empezó a bajar como consecuencia de la caída de la demanda, la cual había subido luego de que los proveedores con los que Pdvsa y entes del Estado saldaron deudas utilizaran los bolívares para comprar dólares. Además, la política de contracción del crédito que aplica el Banco Central de Venezuela (BCV) a través del encaje bancario marginal, como parte un plan diseñado por el gobierno de Nicolás Maduro para contener el precio del dólar y frenar la inflación, no ha permitido que el tipo de cambio vaya a la par del alza generalizado de precios.
Mientras la tasa cambiaria del mercado paralelo, la referencia para los comerciantes y consumidores, descendió de 25.000 a 18.000 bolívares entre septiembre y mediados de octubre, los precios de los bienes y servicios siguieron incrementándose.
De hecho, según reveló el BCV en la tarde del viernes 18 de octubre, la inflación de septiembre, de 52,2%, es hasta ahora la tercera más alta del año, solo después de enero y febrero, meses que registraron tasas de 196,6% y 114,4%, respectivamente. Los cálculos hechos tanto por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), que desde enero de 2017 realiza su propio Índice de Precios al Consumidor (INPC), como por el Banco Central, coinciden en que alimentos y bebidas no alcohólicas fue el quinto rubro de los trece que evalúan que más aumentó en septiembre. El dato oficial señala que subió 53,6% y el divulgado por el Parlamento 42,6%.
A causa del alza promedio de 52,2% en los precios y a la caída de 44,2% en el tipo de cambio no oficial, según cálculos de Ecoanalítica, en septiembre el dólar perdió cerca de 44,2% de su poder de compra en Venezuela, afirma Luis Arturo Bárcenas, economista senior de la firma de consultoría económica y financiera. “Eso significa que, a finales de septiembre, para adquirir un bien en divisas se tenía que pagar (en dólares) 1,79 veces más de lo que se pagaba por el mismo bien a finales de agosto”.
Mayor empobrecimiento
Bárcenas explica que las medidas para frenar al tipo de cambio, al estar basadas en gran medida en una marcada restricción del financiamiento bancario, han deteriorado la capacidad del venezolano para adquirir bienes y servicios. “No solo ha impedido que los bancos eleven el financiamiento al consumo (líneas de créditos o tarjetas de crédito), sino también ha forzado que éste deba desprenderse de una mayor parte de sus ahorros en divisas para obtener bolívares y así adquirir bienes con un costo cada vez mayor, producto de la hiperinflación”, explica el experto.
El economista Víctor Álvarez, Premio Nacional de Ciencias, afirma que en Venezuela el único precio que baja es el del dólar mientras los demás siguen subiendo, lo que trae como consecuencia que las personas tengan que cambiar más divisas para poder pagar los mismos productos.
“Hay meses en los que todas las mercancías registran aumentos significativos en sus precios, mientras que el precio del dólar no sube a la misma velocidad. Cuando esto sucede, las familias, las empresas y las instituciones se ven obligadas a cambiar más dólares para pagar los bienes y servicios que se cotizan en bolívares, y esto crea la impresión de una inflación en dólares. El demencial desquicie de todos los precios en bolívares y el rezago en la evolución del precio del dólar en bolívares, se traduce en una pérdida del poder adquisitivo del dólar. De hecho, en la economía dolarizada los precios también suben y en lo que va de 2019, el dólar ha perdido más de 50% de su poder de compra”.
Econométrica indica en su informe Continúa el descenso del poder de compra del paralelo que para el segundo trimestre de 2019 era necesario usar en promedio 6,8 dólares para adquirir lo que un dólar compraba un año atrás. Explica que el encarecimiento de los productos nacionales en moneda extranjera se debe a que la inflación se ha incrementado en mayor medida que el tipo de cambio paralelo, provocando así una apreciación del tipo de cambio real. “Este efecto en la economía es el que se denomina erróneamente como inflación en dólares. Este comportamiento se observa con la ampliación de la brecha entre ambas variables en dicho período”.
Señala que la pérdida acumulada del poder de compra del paralelo en 2018 fue de 84%, mientras que en 2019 el índice registró su mayor caída en términos interanuales y alcanzó nuevo un mínimo histórico, siendo la de junio la más grave (92%).
Por otro lado, Bárcenas añade que los estratos más empobrecidos, anteriormente beneficiados por las bonificaciones del Estado, se han visto afectados por la reducción de éstas como parte de la acción del Ejecutivo para frenar la cantidad de dinero que circula en la economía y, con ello, las mayores presiones cambiarias. En Venezuela, cerca de ocho millones de personas dependen directamente del sector público, entre empleados, pensionados y personas que reciben algún tipo de bono. Los montos que devengan son extremadamente bajos en comparación con lo que deberían tener para comprar. Incluso el nuevo salario mínimo y pensión de 150.000 bolívares apenas alcanza para adquirir dos productos de la cesta básica.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que ha sido “impresionante” la caída del gasto público en Venezuela. “En toda la historia del chavismo nunca antes recortaron con tal magnitud el gasto público, el cual hoy es simplemente sueldos, pago de bonos y pensiones”, dice. “El gasto de inversión prácticamente desapareció, eso explica en parte el colapso del país, de la infraestructura. Y por supuesto al reducir gasto, han reducido el endeudamiento con el Banco Central de Venezuela”.