Unicef registra escalada de violaciones graves contra los derechos de los niños
Unicef reportó que, en 2021, se produjo «una escalada de las violaciones graves contra la infancia tanto en los conflictos prolongados como en los más recientes». La organización llamó a todas las partes en conflicto –incluidas las 61 que figuran en los anexos del informe anual del Secretario General de 2021 sobre los niños y los conflictos armados– para que se comprometan a adoptar planes de acción formales y a tomar medidas concretas para proteger a los niños
Unicef reportó que, en 2021, se produjo «una escalada de las violaciones graves contra la infancia tanto en los conflictos prolongados como en los más recientes».
Este viernes 31 de diciembre, la organización señaló que, dede el Afganistán hasta el Yemen, y desde Siria hasta el norte de Etiopía, «miles de niños y niñas han pagado un precio terrible a causa de los conflictos armados, la violencia intercomunitaria y la inseguridad».
En ese sentido, Unicef recordó que, la semana pasada, cuatro niños murieron en el estado de Kayah, en el este de Myanmar, cuando al menos 35 personas fueron asesinadas, entre ellas dos miembros del personal de Save the Children.
«Este ha sido el último ejemplo destacado del enorme daño que los conflictos causan a los niños, y de las continuas amenazas que sufren los trabajadores humanitarios», enfatizó la organización.
La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, señaló que, año tras año, las partes en conflicto siguen demostrando un terrible desprecio por los derechos y el bienestar de la infancia.
“Los niños y niñas están sufriendo y están muriendo a causa de esta indiferencia. Hay que hacer todo lo posible para mantener a estos niños y niñas a salvo”, expresó Fore.
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Las Naciones Unidas constataron que, en 2020, se habían producido 26.425 violaciones graves contra la infancia. Además, han verificado 266.000 casos de violaciones graves contra la infancia en más de 30 situaciones de conflicto en África, Asia, Oriente Medio y América Latina en los últimos 16 años.
Unicef refirió que estos son sólo los casos verificados a través del Mecanismo de Supervisión y Presentación de Informes dirigido por las Naciones Unidas, establecido en 2005 para documentar sistemáticamente las violaciones más atroces contra los niños en las zonas de conflicto. Las cifras reales deben ser mucho más elevadas, advierte Unicef.
«En los tres primeros meses de 2021 se registró un ligero descenso en el número total de violaciones graves verificadas; sin embargo, los casos verificados de secuestro y violencia sexual siguieron aumentando a un ritmo alarmante –más del 50% y del 10%, respectivamente– en comparación con el primer trimestre del año anterior», indica Unicef.
En ese sentido, el mayor número de secuestros verificados se produjo en Somalia, seguido de la República Democrática del Congo (RDC) y los países de la cuenca del lago Chad (Chad, Nigeria, Camerún y Níger). El mayor número de casos de violencia sexual verificados se registró en la RDC, Somalia y la República Centroafricana.
Ya en octubre de este año, Unicef indicó que 10.000 niños habían muerto o quedado mutilados en el Yemen desde que se intensificaron los combates en marzo de 2015, lo que equivale a cuatro niños por día. Este 31 de diciembre, la organización llamó a todas las partes en conflicto –incluidas las 61 que figuran en los anexos del informe anual del Secretario General de 2021 sobre los niños y los conflictos armados– para que se comprometan a adoptar planes de acción formales y a tomar medidas concretas para proteger a los niños.
Destaca que entre estas medidas es esencial la prevención de las violaciones graves, la liberación de los niños por las fuerzas y los grupos armados, la protección de los niños contra la violencia sexual y el cese de los ataques a hospitales y escuelas.
Advierten que el empleo de armas explosivas, especialmente en zonas pobladas, es una amenaza persistente y creciente para los niños y sus familias. En 2020, las armas explosivas y los restos explosivos de guerra fueron la causa de casi el 50% de todas las víctimas infantiles, con el resultado de más de 3.900 niños muertos y mutilados. Las armas explosivas pueden tener efectos letales y duraderos sobre los niños, incluida la interrupción de servicios esenciales para su supervivencia.