Venezolanos se alimentan a punta de cereales y tuberculos, la carne quedó fuera del plato
Durante el primer semestre del 2019 la organización Ciudadanía en Acción, registró 620 casos de personas que fallecieron por intoxicaciones alimentarias, la mayoría falleció a causa de complicaciones sufridas tras consumir harinas artesanales
La alimentación de los venezolanos tuvo una leve mejoría durante el 2019, así lo confirmó este viernes 17 de diciembre la organización Ciudadanía en Acción durante la presentación de su informe anual sobre la disposición alimentaria.
Sin embargo, no todo es como parece, los venezolanos han cambiado la combinación de alimentos en su dieta, marcada en un 49,6% por cereales, seguida en un 18,0% de raíces, tubérculos y feculentos, mientras que alimentos necesarios para el organismo como la carne solo ocupan un 5,2% en el plato de estas personas.
El director de esta ONG, Edisón Arciniega, detalló que en el mes de diciembre los venezolanos consumieron en su mayoría 21,69 kilogramos de alimentos, presentando un déficit de 15,04% kilogramos por persona, esto aunque representa una pequeña mejoría en comparación con años anteriores no deja de ser alarmante.
Dada esta desigualdad en el plato de los venezolanos, Ciudadanía en Acción advirtió la fabricación y distribución de alimentos que no cuentan con los permisos necesarios para el consumo humano, tal es el caso de las harinas caseras, las bebidas alcohólicas y otro tipo de rubros que no cumplen los estándares de producción.
Durante el primer semestre del 2019 la organización registró 620 casos de personas que fallecieron por intoxicaciones alimentarias, la mayoría murió a causa de complicaciones sufridas tras consumir harinas artesanales.
Arciniega dijo que situaciones como estas en las que se pone en riesgo la vida de la ciudadanía, se deben al incumplimiento en las regulaciones venezolanos para los alimentos de consumo humano. Denunció que algo similar ocurría con la llamada «leche de los CLAP» que de acuerdo a sus indicaciones no estaba apta para los humanos, sino que podía ser dirigida únicamente al consumo animal.
CLAP desplazados
Edison Arciniega director de Ciudadanía en Acción aseguró que en el mes de diciembre los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) entregaron alrededor de 3 millones de cajas de alimentos, lo que representa una recuperación del 20% con respecto al resto del año.
Sin embargo, cuatro de los 12 rubros que debería contener estas cajas no llegaron, solo se concentró en la disposición de 10 kilogramos de alimentos.
Detalló que muy por el contrario de lo que debería ser los sectores más beneficiados por los CLAP son los sectores Tipo I, es decir aquellas urbes con mayor cantidad de población y con más oportunidades para desplazar este subsidio para llevar comida a sus mesas.
Es así como las familias más vulnerables son las que menos reciben el beneficio gubernamental, que solo es distribuido a 213.339 familias de este sector.
«El Estado venezolano privilegiada los territorios más centrales, más densos y no los más vulnerable».
Sin embargo, pese a todo esto el estado cerró el año en números rojos en cuanto a la entrega de alimentos a través de los subsidios gubernamentales, los cuales fueron desplazados por la empresa privada, la cual llenó los anaqueles con los alimentos que los venezolanos requerían.
«Este es el año en el que el Estado perdió peso en la mesa del venezolano y ganó peso el sector privado, muy a pesar de la situación. A principio de año el CLAP llegó a ser sumamente importante, pero vemos cómo en agosto solo representaban un 10% del mercado», dijo.
Para Arciniega es importante decir que «el pico más alto en el suministro de alimentos públicos se dio en febrero en medio de la coyuntura política, con esto ha quedado demostrado que los alimentos en Venezuela se han convertido en un método de orden público y control social».
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