Venezuela cerró 2020 con una inflación de 3.713% y ven otra reconversión en puerta
Entre los rubros que experimentaron los mayores aumentos en diciembre, destaca con mucha fuerza el sector de alimentos, con una variación promedio de 65,1%
El Observatorio Venezolano de Finanzas informó que en diciembre los precios de bienes y servicios aumentaron 21,2%, en promedio. Con este resultado, Venezuela cerró 2020 con una inflación de 3.713%, que si bien es una cifra muy inferior a la de 2018 (1.698.844,2%) y a la de 2019 (7.374,4%), reportadas por la Asamblea Nacional, evidencia que el país no ha salido del ciclo hiperinflacionario en el que se encuentra desde noviembre de 2017.
Este fenómeno de alza acelerado de los precios continuó el año pasado en medio de una pandemia que ha afectado los ingresos de la mayoría de los venezolanos, que dependen en buena medida de remesas que envían familiares en el exterior y/o de los trabajos que hacen en el día a día. También terminó de colapsar los sistemas contables, en los que ya no caben tantos ceros. Es por esta razón que el Observatorio de Finanzas prevé que el gobierno de Maduro prontamente anuncie una nueva reconversión monetaria, que sería la tercera desde 2008.
«Parece inevitable una tercera reconversión», afirmó el diputado de la Asamblea Nacional de Juan Guaidó, el economista José Guerra, en una rueda de prensa este miércoles 6 de enero. «Vemos una reconversión monetaria en puerta. La discusión es si le quitan tres, cinco o seis ceros a la moneda para poner el bolívar equivalente con el dólar. Lo cierto es que, en estas circunstancias, sacar cuenta se ha hecho nuevamente una complicación. Los sistemas de pago están colapsados, las máquinas no están hechas para grandes cifras. Es inevitable, no sé cuándo pero creo que sucederá este año«.
El economista señaló que el gobierno de Maduro podría importar los billetes de una nueva reforma monetaria de los países aliados Rusia o Turquía, que, aseguró, tienen grandes casas de moneda. De esta manera, no estaría expuesto a sanciones. «Con casas de Estados Unidos o Europa difícilmente pueda hacerlo por las sanciones».
Guerra, integrante del Observatorio de Finanzas –instancia que da continuidad al trabajo de la Comisión de Finanzas del Parlamento–, indicó que entre los rubros que experimentaron los mayores aumentos en diciembre, destaca con mucha fuerza el sector de alimentos, con una variación promedio de 65,1%. «Esto afecta considerablemente a los estratos más pobres, cuyo gasto está concentrado en alimentos. No gasta en alquiler ni en esparcimiento. Se calcula que 60% de los hogares dedica más de 45% al consumo de alimentos».
La canasta de alimentos calculada por el Observatorio se ubicó en diciembre en 273.142.565 bolívares, un alza de 1.594% en comparación con el costo de enero, que fue de 16.117.209 bolívares. El monto correspondiente a diciembre equivale a 227 salarios mínimo y medio de 1.200.000 bolívares. De hecho, la instancia asegura que el sueldo base alcanzó en 2020 su mínimo histórico al cubrir apenas 0,88% de la canasta alimentaria.
Luego de alimentos, le siguen los rubros servicios de comunicación, que aumentaron 27,6%; servicios, que subieron 26,3%; bebidas alcohólicas y tabaco, que variaron 20,5%; y esparcimiento, que creció 18,3% en diciembre.
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Guerra advirtió que los niveles de inflación de 2021 dependerán del financiamiento monetaria del Banco Central de Venezuela (BCV) al fisco y si el ente emisor puede estabilizar la tasa de cambio.
«El Banco Central distribuye a la banca dólares en efectivo, a razón de unos 15 millones de dólares semanales de acuerdo a la importancia del banco. El primero es el Banco de Venezuela. Va asignando cuotas semanales para que las instituciones financieras las distribuyan a los clientes de manera de tratar de satisfacer la demanda de divisas en el mercado. Este es el mecanismo de intervención que está usando el Banco Central actualmente. Antes era con euros, ahora es con dólares en efectivo. El banco recibe los dólares en efectivo, los vende a los clientes. El Banco Central está poniendo sus dólares en el sistema financiero y creando bolívares para que el sector privado se los pueda comprar».
Aseguró que las fuentes genuinas de financiamiento –aquellas que recibe el gobierno que no crean inflación– prácticamente no existen. «La recaudación fiscal ha desaparecido, ha mermado considerablemente. Se calcula que el año pasado prácticamente llegó a 0 porque los costos de producción prácticamente cubrían todo el precio del barril de petróleo, un hecho que no habíamos visto en Venezuela. El Banco Central va a ser el que continuará financiando al fisco, entre ellos la nómina pública».
La recaudación fiscal no petrolera ha declinado significativamente debido a la contracción económica, el cierre de empresas, la hiperinflación, y el proceso de dolarización. Muchas de las operaciones que se hacen con divisas no son reflejadas en facturas.
Guerra agregó que no ve que en 2021 se dolaricen finalmente los salarios de la administración pública y las pensiones. La razón principal es que el Estado no tiene capacidad para hacerlo.
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