El voto entubado simplifica la elección a costa de la pluralidad democrática
El exrector del CNE Rafael Simón Jiménez afirma que el sistema de votación está diseñado, «para bien o para mal», para el privilegio de los partidos políticos con mayor músculo, que sería a quienes favorecería el voto entubado. A su juicio, esto ha sido convenido, pero de forma tácita, por factores de la oposición y del gobierno
3.802 cargos públicos están en juego. El 21 de noviembre próximo se conocerán los nombres de los 23 nuevos gobernadores, 335 alcaldes, 253 concejales legislativos y 2.471 concejales municipales de cada entidad, en la fiesta comicial más grande y compleja realizada en los últimos años y en la que parecería que el camino fácil se impuso a la pluralidad del sufragio.
El domingo 10 de octubre se realizó el primer simulacro de cara a los comicios, convocados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) designado por la Asamblea Nacional (AN) electa en diciembre del 2020. En el evento, para la asociación civil Súmate, quedó demostrada la complejidad que implicará para los electores votar por diferentes opciones. Para esta organización el diseño del sistema induce al «voto entubado».
En el nuevo diseño del sistema de votación se hace casi imposible la selección de candidatos específicos para los cargos regionales y locales y en el se ocultan los nombres de los postulados detrás de sus respectivas tarjetas partidistas. En esta oportunidad, el sufragio parecía estar amarrado a una tarjeta y no a los méritos que tenga para el elector cada candidato.
El Observatorio Electoral Venezolano (OEV), en su balance sobre el simulacro del 10 de octubre, señaló que la complejidad depende de cada tipo de cargo en disputa. La ONG en su informe concluyó que el 21 de noviembre será más fácil votar en circunscripciones uninominales que en las plurinominales. Argumentó, además, que todo el voto se ata a la tarjeta de un partido político, pues es lo primero que se presenta al elector.
«Con base en nuestros resultados, se concluye que votar entubado ciertamente resultará sencillo el 21-N. Emitir un voto cruzado sí se podrá, técnicamente, pero resultará más complejo para el elector, porque deberá deseleccionar alguna opción de voto, y volver atrás a la interfaz principal para realizar otras selecciones individualizadas de otra(s) tarjeta(s) de partidos políticos hasta completar su votación para todos los cargos», señaló el OEV.
La complejidad invita a aprender
La rectora suplente Griselda Colina afirma a TalCual que la forma de votación para el proceso comicial de noviembre ya fue probado en el simulacro y ya no se pueden hacer ajustes a la interfaz de las máquinas.
Colina asevera que las megaelecciones del 21 de noviembre serán un proceso complejo. No obstante, sostiene que «más que más allá de encontrar tendencias detrás de la interfaz grafica», hay posibilidades para que el ciudadano vote en la manera en que quiera votar.
Para la rectora suplente es importante que la gente se anime a conocer y revisar el sistema, así como informaciones de los partidos y candidatos que se disputarán algunos de los 3.082 cargos, y también en las que se explique cómo ejercer su derecho al voto.
Destaca la participación en el simulacro electoral del 10 de octubre y comenta que en el evento, así como se evidenció movilización de las maquinarias políticas, también asistieron personas porque querían probar el sistema de votación.
Según Colina, en los próximos días el CNE colgará en su portal web un simulador para que las personas puedan ver y probar la interfaz.
¿De dónde salió el sistema?
El sistema de votación venezolano sufrió cambios en el último año luego de que el 7 de marzo del 2020 un incendio quemara buena parte de las máquinas de votación que se encontraban en los galpones del CNE, ubicados en Fila de Mariches. Desde entonces eran más las dudas que las certezas que el ente rector —en ese entonces presidido por Tibisay Lucena— dejaba con respecto a las gestiones que adelantaba para reponer los equipos.
Fue apenas el 1 de septiembre cuando el CNE indicó que utilizaría una «tecnología de avanzada» el día de los comicios, sin dar detalles sobre el hardware y el software que se utilizaría, la empresa fabricante, número de máquinas, monto de inversión o si se realizó un concurso.
Cabría preguntarse cuál fue la empresa fabricante. La rectora suplente Griselda Colina dice que «por lo que entiendo tiene el sello de Ex-cle«. Esta es una compañía que tiene más de 15 años en la nación dedicada al desarrollo de tecnología de identificación biométrica y el armado de bases de datos informáticos.
Llegó al país con el propósito de instalar el llamado Sistema de Autenticación Integrado (SAI), utilizados por primera vez en el revocatorio del 2004, cuando Jorge Rodríguez presidía la Junta Nacional Electoral (JNE) y estaba encargado de la organización técnica de los comicios. Desde entonces, han estado al frente de este sistema hasta los comicios para los concejos municipales de diciembre de 2018, como lo indica Ex-cle.
El tema de la fabricante del sistema fue abordado por el exvicepresidente del CNE Rafael Simón Jiménez el 6 de agosto del 2020, día en que renunció al ente. El exrector pidió en ese momento a los medios investigar la contratación.
«Las máquinas fueron dadas a una empresa que se llama Ex-cle. He invitado a los periodistas de investigación a que investiguen los términos de ese contrato y quién lo dio y cómo lo dio. Las máquinas fueron compradas por el directorio dirigido por Tibisay Lucena. Cuando nosotros llegamos allí, ya se había dado ese contrato», dijo en ese momento.
Consultado por TalCual para este trabajo, Jiménez dice que mientras estuvo en el ente nunca se mostraron documentos sobre el procedimiento para adquirir las máquinas.
Voto entubado es un camino fácil
Juan Manuel Trak, experto en sistema electoral, ve como «voto entubado» a la dificultad en la forma en la que se presentan las alternativas en las máquinas de votación. Subraya que estas complejidades van en contra de la facilitación de la selección de las alternativas posibles.
El experto coincide con las aseveraciones de Súmate y el OEV en las que consideran que la forma de estructurar el voto en la máquina de votación incentiva que la gente vaya y asuma de una vez todos los candidatos de un solo partido.
Trak recuerda que ya antes había un botón para seleccionar todo que se podía ver entre las alternativas. En cambio, explica, el manual que difunde la rectora Tania Díaz deja ver que mientras para dar un voto entubado apenas se necesitan tres pasos, para hacer un voto diferenciado son al menos cinco que, además, no están lo suficientemente explicados.
«El voto entubado no complica a la gente, por el contrario, facilita la elección de la gente, pero en detrimento de poder elegir entre alternativas diferentes. Es decir, facilita el ejercicio de la rapidez del voto en sentido contrario de que la gente pueda escoger con mucha más responsabilidad y conocimiento a las alternativas posibles», argumenta.
Agrega que con este diseño dejaría de ser un voto informado y que si bien no es ilegal, va en contra de unas buenas prácticas electorales que permiten que el elector tenga mayor información al momento de tomar su decisión. Mientras que, a los candidatos que no están en fórmulas partidistas, les impide ser elegidos o estar visibilizados en el padrón electoral.
Por su parte, el presidente de la Asociación Civil Súmate, Roberto Abdul, comenta a TalCual que los diseños que inducen al voto entubado impiden que al momento de sufragar no se asocie la gestión personal o de imagen de los candidatos, porque la estructura está más asociada a los partidos.
«Con base en esto, observamos que el proceso fluía ante la maquina. Creo que para corregir debe hacerse una campaña informativa muy intensa y de forma temprana para que la mayor cantidad de personas tengan conocimiento de cómo votar» apunta. Al tiempo, subraya que la nación debe apostar a evolucionar hacia listas abiertas y promover la personalización del voto.
Al igual que Abdul, el director del Observatorio Electoral Venezolano (OEV) Ignacio Ávalos afirma que el entubamiento del voto le cierra el paso a la pluralidad democrática. En este sentido, emplaza al ente rector a hacer campañas tempranas para enseñar al electora a votar.
La dificultad a la hora de sufragar —precisa— sucede luego de que, por ejemplo, se escoge al gobernador de un partido y se desea seleccionar a un funcionario —ya sea del concejo municipal o legislativo— de una organización distinta. «El CNE tiene los instrumentos para disolver la complejidad, que es enseñarle al votante. La máquina ofrece el menú así que lo que hay que saber es cómo votar», dice.
El también directivo del OEV Luis Lander ha señalado en un artículo que sí, efectivamente, el sistema está diseñado para facilitar, y con ello estimular, el llamado «voto entubado». Es decir, que el elector emita todos los votos que le correspondan por los candidatos postulados por un mismo partido.
Lo primero que muestra el instrumento de votación automatizado es una pantalla con los símbolos de todas las formaciones participantes. El elector comienza seleccionando el de su preferencia para pasar, luego, a votar en la pantalla siguiente por los candidatos a los distintos cargos presentados por ese partido. Si el votante desea votar por candidatos presentados por formaciones distintas, la tarea se complica, teniendo que retroceder a la pantalla inicial cada vez que cambie de partido, ha comentado.
Con Dios y con el diablo
«El sistema está diseñado, para bien o para mal, para el privilegio de los partidos políticos. El sistema electoral está diseñado para privilegiar el voto partidista, eso es un ventajismo o algo inducido en la que se benefician todos los bloques políticos», dice el exrector del CNE Rafael Simón Jiménez.
Para el exfuncionario, incluso el llamado G4 sale beneficiado de este diseño que induce al voto entubado, pues este factor político llama a votar por la tarjeta y no por los candidatos de forma individualizada. Aclara que este tipo de votación no es cosa nueva en Venezuela, pues se fue volviendo más frecuente a medida que las organizaciones con fines políticos fueron perdiendo credibilidad.
«A medida que los factores políticos pierden legitimidad pretenden imponerse sobre la sociedad, ya no gozando de credibilidad y apoyo, sino poniéndolo a decidir en uno y otro. Generalmente eso está muy vinculado —que no es el caso específico venezolano— a los sistemas bipartidistas: tú votas por este o por este sin terceras opciones, porque las disminuyen y las ponen cada vez más comprimidas», añade.
Jiménez sostiene que el sistema venezolano ha sido diseñado para la coyuntura, destaca que «es un sistema convenido, así no haya sido expresamente, es un convenio tácito entre factores de la oposición y factores del gobierno porque ambos se benefician del voto entubado».
El actual vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, Enrique Márquez, calificó el 14 de octubre como «desafortunado» que no se haya podido cambiar el software de las máquinas para estos comicios, de manera que los nombres de los candidatos no quedaran ocultos tras las tarjetas de los partidos.
«La experiencia de votación queda muy similar a la del 6D. Esa experiencia tiene críticas que tienen que ver con el trato preferencial de los partidos sobre el nombre de los candidatos. Se pudo haber hecho de forma distinta, pero no menos complejo porque es una megaelección a dos niveles. Facilitarle el voto al elector es importante para el CNE; así como facilitarle el voto a los partidos que son el motor de la participación. Consideramos que el sistema facilita el voto a los partidos», dijo.
En ese momento, aunque reconoció que el sistema no se puede cambiar para esta elección, dijo que sí podrán hacer mucho por educar. «Vamos a tener campañas en redes sociales, en televisión, pero también presencial en la feria electoral. Cruzar el voto no es tan difícil, pero se requiere tranquilidad frente a la máquina para hacerlo».