¿Y Lucas Rincón?, por Simón Boccanegra
Que entre el 11 y el 12 de abril de 2002 hubo un golpe de Estado en Venezuela, que derrocó a Chávez, no hay ninguna duda. Pero los intríngulis del golpe no están nada claros. Ahora que la Fiscalía está en plan de imputar a todo el que estuvo en Miraflores la tarde en que Carmona se autocoronó, tendría que comenzar por el general Lucas Rincón. Es un contrasentido que se pretenda inculpar a León Arismendi o a César Carvallo, por ejemplo, a quienes Carmona designó “ministros” sin su consentimiento y sin siquiera pedirles previamente su parecer, pero ande por ahí el general trisoleado sin explicar cómo fue eso de que el Alto Mando de la FAN, del cual él mismo formaba parte, le pidió la renuncia a Chávez, “la cual aceptó”, y sin explicar cómo fue eso de que el Alto Mando puso sus cargos a la orden de las nuevas autoridades. Si Isaías Rodríguez (porque en fin de cuentas Danilo Anderson es simplemente un subalterno que cumple las órdenes de su jefe, Isaías) anda buscando la verdad tendría que comenzar por imputar a Lucas Rincón. Hasta el propio José Vicente debería pasar por las horcas caudinas de la Fiscalía porque en la entrevista que concedió a El Nacional del 13 de abril hay bastante paño que cortar. No siendo así, hasta ahora estaríamos en presencia de una mera mamarrachada retaliativa y no de un “debido proceso” que procura hacer justicia.