Zulia celebra 315 años de la renovación milagrosa de la Virgen de Chiquinquirá
El estado Zulia celebra los 315 años de la renovación milagrosa de la Virgen de Chiquinquirá con una eucaristía solemne presidida por el Nuncio Apostólico, monseñor Alberto Ortega Marín
Con información de La Verdad
La devoción mariana del estado Zulia alcanza su máxima expresión este lunes 18 de noviembre con la conmemoración de los 315 años de la renovación milagrosa de la Virgen de Chiquinquirá, patrona de la región mejor conocida como “La Chinita”.
La celebración central fue una eucaristía solemne a las 5:00 de la tarde en la plazoleta de la Basílica Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, presidida por el Nuncio Apostólico de Venezuela, monseñor Alberto Ortega Marín.
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La ceremonia contará con la participación especial de los Niños Cantores del Zulia, que celebran a su vez el 50 aniversario del Instituto Arquidiocesano. Como es tradición, la jornada incluyó el recorrido procesional de la Reliquia por las calles adyacentes al templo: la calle 96 (Ciencias), la avenida 8 (Páez), la calle 95 (Venezuela), y la avenida 12 (Padre Añez), antes de regresar a la Basílica.
Monseñor Alberto Ortega Marín llegó a Maracaibo el pasado viernes 15 de noviembre, recibido en el aeropuerto internacional La Chinita por el arzobispo José Luis Azuaje y otros representantes de la iglesia zuliana.
Llegado el día, los fieles le cantaron las mañanitas a la Virgen en la Basílica. Posteriormente, el párroco del Santuario, presbítero Nedward Andrade, celebró una eucaristía en honor a la patrona.
«Su amor maternal y su intercesión, son esperanza en momentos de dificultad, recordándonos el poder de la fe y la unidad. Que este día nos inspire a vivir con gratitud y a seguir sus enseñanzas, confiando en su protección y guía en cada paso que damos», compartió la cuenta oficial de la Basílica en Instagram.
En el marco de esta celebración, el Metro de Maracaibo activó rutas de transporte gratuito para facilitar el acceso a la Feria de La Chinita, con paradas en zonas estratégicas como Circunvalación 2, La Limpia, Centro y Bella Vista. Las unidades operaron desde las 6:00 p.m del domingo 17 de noviembre, con frecuencias regulares.
Pdva La Estancia fue uno de los epicentros culturales y musicales de la feria, con presentaciones de artistas como Omar Acedo, Omar Enrique, Roberto Antonio y Jossie Esteban. Mientras tanto, la Concha Acústica del Parque Ana María Campos ofreció actividades infantiles y shows musicales con agrupaciones como Las Chicas del Can y Gaiteros de Corazón.
Más de 400 funcionarios de seguridad se desplegaron para garantizar el bienestar de los asistentes, en una jornada que combina tradición, música y unidad familiar.
El cuadro milagroso
Según el relato histórico narrado por el hermano Nectario María en su libro Historia de Nuestra Señora de Chiquinquirá de Maracaibo, el milagro tuvo lugar a inicios del siglo XVIII. Una mujer humilde, mientras lavaba ropa a orillas del Lago de Maracaibo, encontró una tablita deteriorada que utilizó como tapa para una tinaja de agua. Tiempo después, al limpiarla, notó indicios de una imagen religiosa y decidió decorar con ella su hogar.
El 18 de noviembre de 1709, la mujer escuchó golpes provenientes de la tabla y, al acercarse, presenció cómo la imagen de la Virgen se iluminaba.
«No bien hubo observado esto, no pudiendo contener su emoción, corrió a la calle y exclamó a grandes voces: “¡Milagro! ¡Milagro!” Acudieron al punto los vecinos y, en compañía de la afortunada mujer, contemplaron con santo asombro y regocijo la vivísima luz que aún iluminaba la sagrada imagen y testificaron de su milagrosa renovación, ya que muchos de ellos la habían visto anteriormente en completo estado de deterioro, con apagados colores y confusos contornos», narró Nectario María, según documentación de La Verdad.
Se cree que la tabla pudo haber llegado al lago tras ser robada por piratas de una iglesia en Nueva Granada (actual Colombia). Su exposición al agua borró gran parte de la pintura original, pero su restauración milagrosa la convirtió en un símbolo de fe para los zulianos.
La tablita, de 26 centímetros de ancho por 25,3 de largo, se considera una copia de la imagen venerada en Chiquinquirá, Colombia y fue trasladada en procesión a la ermita de San Juan de Dios, ahora conocida como la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Durante el trayecto, se cuenta que el cuadro adquirió un peso inexplicable, lo que fue interpretado como la voluntad de la Virgen de permanecer en ese templo.
En 1942, la Virgen fue coronada canónicamente, y su Basílica, consagrada en honor a esta advocación, se convirtió en el epicentro de las festividades marianas del Zulia. Hoy, la devoción a la Virgen de Chiquinquirá trasciende fronteras, siendo un símbolo de unidad y fe para los venezolanos.
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