Inyección de dinero del BCV para frenar inflación podría no ser sostenible
El Banco Central de Venezuela (BCV) continúa haciendo intervenciones cambiarias, la última fue de un 88%, después de que vendiera otros 50 millones de dólares a la banca, en un intento por contener la inflación
Durante dos meses consecutivos la inflación en Venezuela ha mantenido su tendencia a la baja, siendo la registrada en el mes de octubre, de 8%, la menor reportada durante el 2021. Si bien la economía venezolana se caracteriza como de «supervivencia», debido a los altos precios y el bajo poder adquisitivo del venezolano promedio, expertos han estimado que este año haya una leve recuperación, e incluso algunos economistas han hablado de salir de la inflación para finales de 2022.
En la edición de CocuyoClaroyRaspao de este 11 de noviembre, la periodista Mayela Armas, experta en la fuente económica, conversó con Xabier Coscojuela y Luz Mely Reyes, directores de TalCual y Efecto Cocuyo respectivamente, acerca de si en el país se puede hablar de una real recuperación de la actividad económica o no.
La reportera, que actualmente trabaja en la agencia de noticias Reuters, comentó que «lo que se ve ahora es un cierto oxígeno por la dolarización de ciertos sectores», la cual ha generado, por ejemplo, un repunte de actividades en las áreas de comercio y servicios, golpeadas, entre otras cosas, por la pandemia por coronavirus.
No obstante, el fenómeno inflacionario es algo con lo que se tiene que lidiar cada día. El Banco Central de Venezuela (BCV) continúa haciendo intervenciones cambiarias, la última fue de un 88%, después de que vendiera otros 50 millones de dólares a la banca, en un intento por contener la variación del dólar en el mercado.
Durante el primer trimestre, la inyección del ente emisor era de unos 80 millones de dólares en promedio. Ello ha hecho que temporalmente el valor del dólar se mantenga estable. Sin embargo, podría ser contraproducente ya que tarde o temprano se verá en la obligación de recortar o eliminar su colocación de divisas en la banca, lo cual podría generar un incremento vertiginoso de la divisa.
Sobre esta práctica del BCV dentro del mercado cambiario, la periodista Armas comentó que podría no ser sostenible, pero que hay que esperar a ver si surte efecto. «El gobierno sí tiene una medida restrictiva de gastos e inyecta divisas para controlar esa inflación, ¿que si es sostenible? Esperemos a ver qué pasa.
Sobre la hiperinflación, que ya cumplió cuatro años de haber llegado a Venezuela, el economista Oscar Meza, director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), dijo que si se continúa con la tendencia de ralentización de la velocidad del aumento de los precios, «en un año, es decir en octubre de 2022, estaríamos saliendo de la hiperinflación, si se mantienen las tasas por debajo de 50%».
Con él coincidió la periodista, quien comentó que el marco legal económico sigue siendo el de siempre y que para lograrlo debe apostarse por una flexibilización de controles.
«Antes de las sanciones ya había un problema severo en el flujo de ingreso. Cuando se ven apretados con ese flujo de ingreso es cuando ellos (el gobierno) se ven obligados a flexibilizar, y se permitió el uso de ciertas divisas (…) El venezolano va surfeando la crisis y en medio del caos hay gente que se va moviendo y crea una manera de sobrevivir. Venezuela se caracteriza por tener una economía de supervivencia», comentó.
Para ver la conversación completa haga click aquí.