A última hora, «graneada» y con factura política fue la entrega de pernil de 2023
Una fuente contó a TalCual que fue contactada como beneficiaria de una jornada de entrega de pernil, pero posteriormente le cambiaron la seña y la dejaron al margen porque «no es constante en las marchas» y el beneficio estaba dirigido a «personas comprometidas con la causa»
A pocas horas de que acabe el 2023, la incertidumbre sobre la entrega de los perniles por parte del Gobierno —una práctica que implementó el chavismo desde 2016— empieza a aclararse. Este año no hubo entrega masiva de la proteína tradicional navideña.
Desde inicios del mes se han llevado a cabo algunas jornadas de repartición de pernil en algunos organismos públicos. El beneficio básicamente dependió de la jefatura de turno en cada ente del Estado.
Los trabajadores de Bolipuertos, el Ministerio de Interior y Justicia y algunos departamentos del Poder Electoral recibieron sus porciones en las primeras semanas de diciembre. Sin embargo, otros organismos quedaron en la incertidumbre, al igual que muchas familias que esperaban la proteína en las bolsas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), como en años anteriores.
Sin información oficial por parte de la vocería chavista, la repartición de perniles vía CLAP permaneció como un completo misterio. Ahora que acaba el año, solo en algunas comunidades se registró la entrega.
La Verdad de Monagas reportó la venta de perniles a «precios solidarios» en el municipio Santa Bárbara, con lo que unas 382 familias se vieron beneficiadas.
Lo mismo ocurrió en la parroquia Santa Fe del municipio Sucre (estado Sucre), con la entrega de 9,76 toneladas de la proteína para beneficio de unas 4.800 por orden del gobernador de la entidad, Gilberto Pinto Blanco.
Por parte de los entes gubernamentales, la cuenta de la Defensa Pública en la red social X estuvo activa durante todo el 30 de diciembre publicando fotos sobre jornadas de entrega a sus trabajadores en distintos estados.
Por otra parte, también se registró una entrega ordenada por el Ministerio de Alimentación a más de 400 «colaboradores» cubanos que se encuentran en el país debido a un convenio entre Cuba y Venezuela.
Novela de cada año
Desde 2016 para acá, cada diciembre la población es sometida a la zozobra de la entrega del pernil. En los años de desabastecimiento, entre 2016 y 2018, para muchos era la única alternativa para mantener la tradicional cena navideña y el Estado empleó mayores esfuerzos en hacer una repartición masiva, aunque nunca estuvo exenta de polémica.
El tamaño y la calidad de las piezas, problemas de importación como aquellos perniles portugueses que nunca llegaron porque no fueron pagados, repartición a dedo y en algún año, como en 2021, el pago de un bono para que cada quien comprara la pieza.
Este año, el tema quedó prácticamente en el olvido de la vocería oficial. No hubo ni distribución masiva ni tampoco bono para adquirirlo. Para colmo, en algunos de los casos en los que sí habría repartición, los encargados llegaron a condicionar la entrega a la actividad política del beneficiario.
Una fuente contó a TalCual que fue contactada como beneficiaria de una jornada de distribución de perniles en Vargas, pero posteriormente le cambiaron la seña y la dejaron al margen porque «no es constante en las marchas» y el beneficio estaba dirigido a «personas comprometidas con la causa».
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La decisión de no entregar perniles este año, o hacerlo de manera muy selecta, se ejecutó a pesar de que el chavismo mantiene rezagado el salario mínimo desde marzo de 2022.
Gracias a la devaluación del bolívar, los Bs 130 de salario mínimo que en su momento representaron $30, ahora equivalen a $3,6, según el tipo de cambio oficial publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV) hasta este 31 de diciembre.
El resto de la remuneración mínima de los trabajadores asalariados depende de $40 en cestatickets y $40 más para los beneficiarios del Bono de Guerra Económica. Unos 7 kg de pernil, necesarios para una cena familiar, pueden costar entre $30 y $40, prácticamente la mitad de la remuneración mensual de los trabajadores públicos en tan solo un componente del plato.