OIM y Unicef premian a joven venezolano por su lucha contra la xenofobia
El Barómetro de Xenofobia de Colombia es una plataforma que sistematiza y analiza la conversación pública de migración venezolana en Colombia, tras captar toda la información que hay disponible en Twitter
El Barómetro de Xenofobia de Colombia acaba de obtener el “Premio al Liderazgo y la Innovación juvenil para la Migración”, un galardón creado para reconocer el trabajo de los jóvenes frente a uno de los grandes desafíos del siglo XXI, reconocimiento otorgado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Unicef y el Foro de la Juventud sobre Migraciones de las Naciones Unidas, con el patrocinio de los gobiernos de Emiratos Árabes Unidos y Suiza.
Se trata de una plataforma que sistematiza y analiza la conversación pública de migración venezolana en Colombia, tras captar toda la información que hay disponible en Twitter, páginas web y medios de comunicación en cinco categorías de análisis: vivienda, educación, trabajo, xenofobia y salud. A partir de esa caracterización se logra entender cuáles son las narrativas que hay alrededor de la migración. Es una iniciativa de la ONG El derecho a no obedecer, en alianza con la Fundación Interpreta, de Chile y la Universidad Externado, de Colombia.
En una entrevista mantenida con Alejandro Martínez Ubieda y Txomin Las Heras Leizaola, en el espacio Conversaciones del portal de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano que reproducimos en TalCual, Alejandro Daly, codirector del Barómetro de Xenofobia de Colombia y coordinador nacional de El derecho a no obedecer, identifica tres aspectos clave tras analizar más de 350.000 mensajes a lo largo de 2020. “Lo primero es que la xenofobia tiende a crecer con los mensajes que asocian a la población migrante con crímenes, pues cada vez que hay un mensaje de un medio de comunicación o de un líder de opinión o un funcionario público que asocia un crimen específico a un migrante se incrementa el lenguaje xenófobo y de discriminación”.
*Lea también: Unión Europea: ¿un papel protagónico?, por Félix Arellano
Un segundo descubrimiento es que la conversación de las personas migrantes sobre la integración en el sistema de salud, en el sistema educativo e incluso en el mercado laboral, no genera comentarios y respuestas xenófobas, lo que quiere decir que el famoso comentario de que vinieron a quitarnos el trabajo realmente no es un promotor de la xenofobia, a diferencia de los temas relacionados con el crimen.
El tercer descubrimiento es que la xenofobia varía según las regiones de Colombia. No es un fenómeno simétrico en todos los territorios. “Hay ciudades con mayor cantidad de migrantes y menores niveles de xenofobia, como Cúcuta. Pero hay otras que con una pequeña cantidad de migrantes genera un choque con la cultural local y se producen estos mensajes que mencionamos, como sucede en algunas ciudades de Cundinamarca o Boyacá, donde hay mayores niveles de xenofobia”, refiere Daly.
El codirector del Barómetro de la xenofobia destaca la relevancia de los funcionarios en la conversación digital y mediática. “Luego de las declaraciones xenófobas de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, vimos un incremento de los niveles de xenofobia en Colombia de un 800%. No imaginábamos que tuviese tanta importancia en los niveles de xenofobia lo que dice una persona. Lo que uno dice sí importa. Para la gente que se pregunta si un tweet hace la diferencia le decimos que un tweet sí hace la diferencia. Y eso lo hemos visto en Venezuela y muy recientemente en Estados Unidos”.