Amnistía Internacional: Pena de muerte alcanza cifra más alta desde 2015

Amnistía Internacional destaca que por segundo año consecutivo, el número de países que llevaron a cabo ejecuciones fue el más bajo del que se tiene constancia
Las ejecuciones en el mundo alcanzaron la cifra más alta desde 2015, con más de 1.500 personas asesinadas en 15 países en 2024, según el informe anual sobre el uso global de la pena de muerte publicado el martes 8 de abril por Amnistía Internacional (AI).
Según el informe Condenas a muerte y ejecuciones 2024, en 2024 se registraron 1.518 ejecuciones, la cifra más alta desde 2015 (al menos 1.634), la mayoría en Oriente Medio.
Sin embargo, la organización destaca que por segundo año consecutivo, el número de países que llevaron a cabo ejecuciones fue el más bajo del que se tiene constancia.
«Las cifras totales conocidas no incluyen los miles de personas que se cree han sido ejecutadas en China, que sigue siendo el país que más ejecuciones lleva a cabo en el mundo, ni las de Corea del Norte y Vietnam, donde también se cree que se hace un amplio uso de la pena de muerte», reseña el informe
Las crisis en curso en el Estado de Palestina y Siria impidieron que Amnistía Internacional confirmara sus cifras.
La organización resalta en el informe anual que Arabia Saudí, Irak e Irán fueron los responsables del aumento general de las ejecuciones conocidas. En total, estos tres países llevaron a cabo 1.380 ejecuciones.
«Irak casi cuadruplicó sus ejecuciones (de al menos 16 a al menos 63) y Arabia Saudí duplicó su total anual (de 172 a al menos 345), mientras que Irán ejecutó a 119 personas más que el año anterior (de al menos 853 a al menos 972), cifra que representa el 64% del total de ejecuciones conocidas».
Una minoría aislada
Amnistía Internacional califica la pena de muerte como un crimen abominable que no tiene cabida en el mundo y asegura que los Estados que mantienen la pena de muerte son una minoría aislada.
En 2024, sólo 15 países llevaron a cabo ejecuciones. De acuerdo con AI esta es la cifra más baja registrada hasta la fecha por segundo año consecutivo, lo que refleja una tendencia a dejar atrás esta práctica «cruel, inhumana y degradante”, como la ha calificado Agnés Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Arabia Saudí, Irak e Irán fueron responsables del fuerte incremento de las muertes el año pasado, al llevar a cabo el 91% de las ejecuciones conocidas, violando derechos humanos y segando cruelmente vidas por cargos relacionados con drogas o terrorismo.”
Los cinco países que llevaron a cabo el mayor número de ejecuciones en 2024 fueron China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Yemen.
Pena de muerte como arma
El informe destaca el uso de la pena de muerte por parte de dirigentes políticos como un arma contra detractores «con el falso pretexto de mejorar la seguridad pública o para infundir miedo entre la población».
En Estados Unidos, dice el documento, donde se ha experimentado una constante tendencia al alza de las ejecuciones desde el final de la pandemia de Covid-19, se ejecutó a 25 personas (frente a 24 en 2023).
«El nuevo presidente electo Donald Trump invocó repetidamente la pena de muerte como instrumento para proteger a la población ´de violadores violentos, asesinos y monstruos´. Su deshumanizadora declaración promovía el falso discurso según el cual la pena de muerte tiene un efecto disuasorio especial contra la delincuencia».
En algunos países de la región de Oriente Medio, las condenas a muerte se usaron para silenciar a defensores y defensoras de los derechos humanos, disidentes, manifestantes, oponentes políticos y minorías étnicas.
“Quienes se atreven a cuestionar a las autoridades se exponen al más cruel de los castigos, especialmente en Irán y Arabia Saudí, donde la pena de muerte se usa para silenciar a quienes son lo bastante valientes para alzar la voz”, afirma Callamard.
A pesar del aumento de las ejecuciones, Amnistía Internacional sólo tiene constancia de que 15 países las hubieran llevado a cabo, el número más bajo jamás registrado por segundo año consecutivo. En la actualidad, 113 países son totalmente abolicionistas y 145 han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica.
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