Asamblea Nacional declarará ilegítimo a Maduro previo a su posesión
La Asamblea Nacional rotulará a Maduro como usurpador un día después de que el Grupo de Lima, apoyado por Estados Unidos, exhortara al mandatario a no juramentarse y ceder el poder al Legislativo hasta que se realicen elecciones libres
“Estamos ante un hombre que se robó una elección no vamos a tener más que un usurpador. No podemos reconocer a Maduro como presidente”, dijo la diputada Delsa Solórzano previo a la legislatura que arranca este sábado.
El desconocimiento de Maduro en el Parlamento, sin embargo, no tendrá efecto pues sus decisiones son anuladas por el máximo tribunal – controlado por el oficialismo-, que lo declaró en desacato desde que asumió en 2016.
“Nada surgirá de la Asamblea que pueda tener el menor impacto”, comentó a Peter Hakim, de Diálogo Interamericano.
Ya en enero de 2017 el bloque opositor declaró a Maduro en abandono del cargo, al culparlo de la grave crisis económica que provocó el éxodo de 3 millones de personas desde 2015. La medida no pasó de ahí.
“Estamos atados de manos”, admite Solórzano, que culpa a los militares por sostener al gobierno.
Aunque la legisladora Manuela Bolívar señaló que la decisión de desconocer a Maduro es unánime, sectores opositores presionan para que el Parlamento vaya más lejos.
Dos de los líderes calificados como radicales, Antonio Ledezma y María Corina Machado, exigen que el Legislativo instale este sábado un gobierno de transición para llenar el vacío que aseguran dejará Maduro. Piden apoyo de la Fuerza Armada. “Aceptar menos es convalidar la tiranía”, aseveró Machado.
Pero no parece haber ambiente para nombrar un gobierno paralelo, lo que presagia nuevas fracturas en la oposición, entrampada además en luchas por el liderazgo.
“Si hay algo peor que no hacer nada es hacer aquello que te debilita y te hace perder respeto”, comentó el politólogo Luis Salamanca, e indicó que medidas inaplicables en el pasado solo causaron frustración.
Elección democrática
Maduro, confrontado a fuerte rechazo popular pero con influencia en 4 de los 5 poderes públicos, dice que lo tiene sin cuidado el reconocimiento de la oposición o de países que podrían romper o bajar el nivel de las relaciones diplomáticas, y cercarlo financieramente, como plantea el Grupo de Lima.
“Me acusan de dictador para justificar cualquier cosa”, sostiene el heredero del fallecido Hugo Chávez, que asegura que su reelección fue democrática y que sus adversarios están desintegrados, no por culpa suya, sino por su dependencia de Estados Unidos.
El presidente responsabiliza a líderes opositores de un atentado en su contra con drones cargados de explosivos el 4 de agosto de 2018, pero aún así dice que buscará un diálogo tras cuatro intentos fallidos.
“Veo muy difícil que se concrete un diálogo sin que antes veamos un cambio fundamental en las circunstancias actuales”, señaló el abogado Mariano de Alba, quien cree improbable una ruptura masiva de relaciones.
Los expertos sostienen que la oposición debe pasar de lo declarativo y comenzar por reunificarse para recuperar el apoyo popular, debilitado tras protestas que buscaban la salida de Maduro y que causaron la muerte de 125 personas en 2017.
“No eres nada si no estás unido. No eres el motor del cambio como lo fuiste hasta 2015, te han modificado las reglas de juego, el campo de confrontación no es democrático. No hay GPS constitucional, entonces tienes que inventarte una lucha para este nuevo contexto”, afirmó Salamanca.