Así fue el traslado de los miles de presos a la megacárcel de El Salvador
Las autoridades trasladaron a 2.000 presos a la megacárcel de El Salvador mandada a construir por el presidente Nayib Bukele. El Centro de Confinamiento del Terrorismo podrá albergar a más de 40.000 personas.
El primer grupo de 2.000 presuntos pandilleros de El Salvador fue trasladado a la megacárcel inaugurada por el presidente Nayib Bukele a principios de febrero. El enorme edificio está en el centro de la autodeclarada guerra contra el crimen de la administración salvadoreña.
Decenas de miles de presuntos pandilleros fueron detenidos en el país después de que se declarase el estado de emergencia debido al aumento de los asesinatos y otros delitos violentos.
La cárcel -llamada Centro de Confinamiento del Terrorismo- podrá albergar a más de 40.000 personas.
La prisión ha recibido críticas de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Human Right Watch (HRW) y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) por supuestas violaciones a los derechos humanos y contradicción de estándares internacionales.
Juan Pappier, subdirector para las Américas de HRW, aseguró a la agencia AP que las reglas mínimas para el tratamiento de reclusos de las Naciones Unidas, conocidas como Reglas Nelson Mandela, sugieren que las prisiones de régimen cerrado no tengan una cantidad tan elevada de reclusos porque esto puede ser obstáculo para la individualización del tratamiento de los detenidos.
Señalan como parámetro que en algunos países se considera que el número de reclusos en dichos establecimientos no debería pasar de 500. Un complejo penitenciario diseñado para albergar 40.000 personas claramente sería incompatible con este estándar internacional, opinó Pappier.
Las imágenes muestran el primer grupo masivo de reclusos, tatuados y descalzos, siendo conducidos a las instalaciones.
Los presos se quedan sentados en el suelo con las manos detrás de la cabeza rapada, apilados muy juntos, antes de ser llevados a sus celdas.
El complejo, construido en una zona rural cerca de Tecoluca, unos 74 kilómetros al sureste de la capital San Salvador, será custodiado por más de 600 efectivos de las Fuerzas Armadas y 250 de la Policía Nacional Civil, según datos del gobierno reflejados por la BBC.
El presidente Bukele tuiteó que las primeras 2.000 personas fueron trasladadas «en la madrugada, en un solo operativo» al centro, del que dicen que es la cárcel más grande de América.
«Esta será su nueva casa, donde vivirán durante décadas, todos juntos, sin poder hacer más daño a la población», dijo.
La megacárcel consta de ocho edificios. Cada uno tiene 32 celdas de unos 100 metros cuadrados (1.075 pies cuadrados) para albergar a «más de 100» prisioneros cada una, indicó el gobierno salvadoreño. Las celdas solo tienen dos lavabos y dos inodoros cada una.
Está igualmente compuesta de pabellones de confinamiento con camarotes metálicos y celdas de castigo, salas de audiencias virtuales y dos módulos para fábricas contra el ocio penitenciario.
Las celdas son de concreto reforzado y tienen gruesos barrotes de acero. La prisión cuenta con pozos propios para extraer agua potable.
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El presidente Bukele declaró una «guerra contra las pandillas» en marzo de 2022, aprobando medidas de emergencia que se han extendido varias veces.
Las medidas de emergencia han sido controvertidas ya que limitan algunos derechos constitucionales. Por ejemplo permiten que las fuerzas de seguridad arresten a sospechosos sin una orden judicial.
Más de 64.000 sospechosos han sido arrestados en la campaña contra el crimen.
Las organizaciones de derechos humanos han argumentado que personas inocentes se han visto atrapadas por esa política.
Pero las medidas antipandillas de Bukele siguen siendo popular entre los salvadoreños.
La construcción de la mega prisión recibió el respaldo de funcionarios de gobierno y diputados. No descansaremos hasta que el último pandillero esté en la cárcel. «Ahora defendemos los derechos humanos de los inocentes», expresó la diputada del partido oficial Rebeca Santos en Twitter.
Los pandilleros ahora tienen lo que merecen, una condena que deben pagar en una cárcel de máxima seguridad. Así el ciclo de la política de seguridad continúa con una fase importante que mantendrá las calles con menos delincuentes y mayor seguridad, dijo el diputado Giovanny Zaldaña.
Dos días antes del traslado, una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra 13 supuestos líderes de la mara MS-13, por múltiples crímenes en Nueva York, señaló a las pandillas de haber negociado con miembros del gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) para reducir homicidios a cambio de beneficios, así como con su rival la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y con el gobierno actual, indicó el diario Clarín de Argentina.
El señalamiento menciona reuniones organizadas por el gobierno salvadoreño y funcionarios como el director de centros penales y el director de Tejido Social para obtener beneficios a cambio de la reducción de homicidios y apoyo electoral en las elecciones legislativas de 2021. El gobierno no reaccionó al respecto.
Desde el inicio del régimen de excepción, el 27 de marzo de 2022 hasta el viernes, las autoridades han capturado a 64.512 personas señaladas por ser pandilleros, de las cuales fueron después liberadas 3.745 y otras 3.344 han denunciado violaciones a derechos humanos, la mayoría por supuestas detenciones arbitrarias, ante la asociación Cristosal.