Clíver Alcalá y el disenso
Cierto es que denuncia que el Estado perdió soberanía en el Arco Minero donde él fue comandante -¿mea culpa?- y que es capaz de señalar que la corrupción galopante ha invadido todo espacio de la «revolución»
Autor: Santiago Boccanegra
A veces pareciera que buena parte de los venezolanos aún aspira que una bota militar salve a la Patria de su destrucción, que casi dos décadas de régimen verde oliva -aunque quien esté sentado en Miraflores sea un civil «obrero»- no han servido para aprender. Que si Rodríguez Torres, que si Clíver Alcalá.
El chavismo le abrió la puerta de la política a los militares, en lo que Henry Ramos calificó como un gran error histórico. Las consecuencias están claras. No solamente el Presidente, quien sea, ahora tiene rango militar real, con insignias y todo, según la Ley de la FAN, sino que 12 gobernadores electos portaron uniforme -Wilmar Castro dejó el cargo y ahora es ministro-, incluyendo a Carlos Mata Figueroa que, literalmente, pasó a retiro un día y al siguiente se lanzó como candidato en Nueva Esparta. Es decir, alcanzar el poder político es lograr control civil y combinarlo con influencia de cuartel, donde la lealtad es más importante que la eficiencia. Además, el llamado a volver a los cuarteles que hizo Maduro en enero quedó en eso, quién sabe si porque la casta militar es más poderosa que él y no se deja mandar. Por eso las declaraciones de Clíver Alcaldá Cordones, quien aún se califica como chavista convencido, las tomamos con distancia.
Cierto es que denuncia que el Estado perdió soberanía en el Arco Minero donde él fue comandante -¿mea culpa?- y que es capaz de señalar que la corrupción galopante ha invadido todo espacio de la «revolución», que hubo guiso con la comida y con el diferencial cambiario, que lanza nombres y apellidos como Carlos Osorio y Rodolfo Marco Torres. Clíver Alcalá excluye de responsabilidades al «supremo», y pide revocatorio para Maduro. Ahora, cuántos generales y militares de menor rango no han estado involucrados en esos y otros delitos. Cuántos son propietarios de aviones de lujo, grandes propiedades, dineros en el extranjero, vida de ricos.
Cuántos están incursos en el narcotráfico del que cada vez salen más evidencias. Sí, Clíver quiere que Maduro se vaya. Bien. Pero su mensaje sería más contundente si pudiera demostrarse ajeno a los groseros beneficios de la nomenclatura uniformada o a las ganas de ser gobernador o dedicarse a la función pública. Sino, lo que está es en campaña.
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